Un exfuncionario público de España, Marcial Gómez Sequeira, posee el museo de caza más grande del mundo con 420 especies de animales disecados.
En una entrevista al diario El País señaló: “Hace tres años intenté calcular el tiempo que he pasado cazando. Me salía que he estado pegando tiros, las 24 horas del día, durante 11 años y tres meses de mi vida. Sin parar, pegando tiros”.
El madrileño, de 79 años, explicó que ha paseado por todos los continentes portando su rifle 300 Weatherby, al tanto que mostraba sus ‘trofeos’ de África: un mono de Camerún, un cocodrilo de Tanzania y un gato dorado de Liberia.
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La principal motivación del cazador es dejarle un legado a su esposa y sus hijas para que no tengan problemas económicos. Y los créditos ya están dados, debido a que la colección cinegética supera a otras como las exhibidas en el Museo de la Caza y Naturaleza de París, Francia; y el Museo de Safari Club Internacional, ubicado en los Estados Unidos.
Los 1250 ejemplares serán presentados en el Cuartel de Caballería de Extremadura, región occidental de España que limita con Portugal, edificio antiguo y tradicional. Asimismo, Guillermo Fernández Vara, primo lejano del septuagenario y presidente de la Junta de Extremadura, comentó: “Somos un millón de habitantes y 100.000 tienen licencia de caza. El museo puede tener una importancia tremenda para atraer turismo”.
Gómez Sequeira tuvo su primera experiencia de caza en Mozambique, África, en el año 1971. Pagó 60 000 pesetas al Estado y asesinó a 35 especies de animales. El también expresidente del pueblo Sanitas sostuvo que, por más increíble que sea, todos los ejemplares disecados le pertenecen. “Yo mismo me asusto. Comprendo que la gente al entrar al pabellón dirá: ‘Bah, esto no lo has podido cazar tú’”, agregó a su vez.
“Durante 10 años tuve cuatro aviones. De uno en uno, claro, mejorando cada vez. Yo cazaba mucho. Salía de Madrid, me iba a Londres, subía por el Ártico, llegaba a Finlandia, a Groenlandia, atravesaba todo Canadá cazando y llegaba al estrecho de Bering”, dijo el empresario europeo, según información recabada por El País.
“Pasaba a Estados Unidos y bajaba hasta un rancho que yo tenía en Texas con unos amigos. Y luego volvía por las Azores —prosiguió Marcial Gómez en su relato—; hacía un viaje largo, pero muy productivo”.
Marcial Gómez Sequeira con el ñu dorado recién llegado del taxidermista. El País
Existe una moda en África respecto a cazar animales de colores exóticos. En 2018, Marcial Gómez asistió a una sesión de dicho pasatiempo junto con su nieto, un adolescente de 15 años. Sus víctimas, aquella oportunidad, fueron el ñu dorado, un impala negro y una gacela.
El empresario recordó que hace cuatro años matar a un ñu dorado valía hasta 40 000 euros. “Ahora se consiguen precios asequibles, dentro de lo normal. Cazar un animal de estos puede estar entre 6.000 y 10.000 euros”, contó a El País.
Al final de la entrevista, el asiduo a la actividad cinegética reconoció que su edad le pesa, pero seguirá dirigiendo la mira de su rifle a animales que le falten en su galería “mientras el cuerpo le aguante un poco”.