Mujer se automedicó por un dolor de muela y su sangre empezó a ponerse azul [FOTOS]
Los médicos de Rhode Island, Estados Unidos, quedaron sorprendidos por este caso y lucharon para salvar la vida de la paciente.
Una mujer de 25 años fue atendida de emergencia en un hospital de Rhode Island (Estados Unidos), debido a que su sangre se había puesto de color azul, lo que le causó un cuadro de fatiga crónica por la falta de oxigenación en su cuerpo.
Los doctores Otis Warren y Benjamin Blackwood, redactaron un informe sobre la curiosa anomalía en la sangre de la paciente – según CNN – quien puso en peligro su vida luego de automedicarse para el dolor de muela.
"Ella reportó haber usado grandes cantidades de benzocaína tópica la noche anterior para el dolor de muelas", señala el estudio, publicado en el New England Journal of Medicine, cuyo diagnóstico arrojó que la fémina sufrió de metahemoglobinemia.
Los especialistas explicaron que la enfermedad surgió por la ingesta de benzocaína, un químico peculiar en las pastillas para el herpes labial y los dolores de muela que afecta en el flujo sanguíneo.
"Es uno de esos raros casos sobre los que se nos enseña, para los que se estudia, para los que se toman exámenes pero que rara vez se ven", dice el doctor Warren al diario citado.
Los galenos comentaron que rara vez los remedios adquiridos en farmacias generan este efecto secundario, por lo que tuvieron que intervenir urgentemente para que el oxígeno se esparza en los tejidos de la paciente.
La joven logró recuperarse después de recibir dos dosis de cloruro de metiltionina, un remedio comúnmente llamado ‘’azul de metileno’’, resalta CNN.
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Los médicos recordaron que la metahemoglobinemia pudo matar a la mujer si la sangre infectada superaba el 50% que la aquejó, ya que, tras el coma, habría desarrollado complicaciones cerebrales y cardiacas por la falta de irrigación sanguínea.
Cómo evitar los riesgos en la automedicación
Para evitar los riesgos en la automedicación se debe ser responsable al tomar un fármaco por decisión propia o lo aconseja otra persona, pero no un experto. Por lo que según Pilar Arroyo del Grupo de Utilización de Fármacos de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC), recomienda que los antibióticos y ansilióticos no se deben tomar sin prescripción.
