El presidente Donald Trump anunció este miércoles que su gobierno prohibirá en los próximos meses los productos de vapeo saborizados, tras el aumento de afecciones pulmonares graves que se han cobrado al menos seis vidas en Estados Unidos.
"Está causando muchos problemas", dijo el presidente a periodistas en la Casa Blanca, donde estuvo acompañado por el secretario de salud, Alex Azar, y el jefe interino de la agencia federal de medicamentos y alimentos (FDA), Norman Sharpless.
“Ambos estamos leyendo sobre esto (la ola de personas afectadas por los efectos del uso de vaporizadores)... Mucha gente lo está leyendo, la gente muere por vapeo”, afirmó Trump al expresar su preocupación y la de la primera dama Melania Trump.
El mandatario, quien prometió intervenir en el asunto, agregó que Melania ha participado en las discusiones porque "tiene un hijo". "Está muy decidida al respecto", señaló.
Consultado sobre un cronograma hacia la prohibición de recargas saborizadas para cigarrillos electrónicos, Azar indicó que su agencia emitirá normas al respecto en las próximas semanas.
Tras el lanzamiento de una nueva guía reguladora, "probablemente habrá una fecha de entrada en vigor retrasada de 30 días", dijo Azar.
"En ese momento, todas las cargas saborizadas de cigarrillos electrónicos, excepto el tabaco, tendrían que ser retiradas del mercado", enfatizó.
Los productos con sabor a tabaco pueden seguir vendiéndose, pero requerirán autorización de comercialización para mayo de 2020.
Azar señaló en su cuenta de Twitter que la política puede ser más restrictiva. "Si los datos muestran que los jóvenes migran a productos con sabor a tabaco, haremos lo necesario para abordar" el problema, dijo.
La noticia fue un gran golpe para la floreciente industria del vapeo, que movilizó un monto de 10.200 millones de dólares a nivel mundial en 2018, según la firma de estudios de mercadeo Grand View Research.
La FDA se hizo cargo en 2016 de regular la comercialización de los aparatos electrónicos para consumo de nicotina, incluidos los cigarrillos electrónicos o vapeadores, y tiene la autoridad para exigir que se retiren dispositivos o productos asociados.
Además de las seis muertes, más de 450 personas que informaron haber consumido nicotina, productos de cannabis o ambos en estos dispositivos, se enfermaron en los últimos meses, con síntomas que incluyen dificultades respiratorias y dolores en el pecho. Algunos tuvieron que ser hospitalizados y recibir asistencia respiratoria.
A varios adolescentes hubo que inducirles un coma, incluido uno cuyos médicos dijeron que, si se recupera, podría necesitar un trasplante de pulmón.
Los vaporizadores se venden en Estados Unidos desde 2006 y a menudo se utilizan como alternativa para dejar de fumar cigarrillos tradicionales.
La FDA dijo en un comunicado que los sabores no relacionados con el tabaco -con recargas con gustos como frutas, mentol, menta o golosinas- estaban dirigidos a atraer al público adolescente. Esto apoyado en datos preliminares para 2019 que muestran que más de una cuarta parte de los estudiantes de secundaria habían usado cigarrillos electrónicos en los últimos 30 días.
Según datos oficiales, unos 3,6 millones de estudiantes de secundaria y preparatoria usaron vaporizadores en 2018, un aumento de 1,5 millones respecto al año anterior.
Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) estadounidenses han instado a las personas a que dejen de vapear hasta tanto no se conozcan los resultados de las investigaciones en curso.
Las autoridades federales aún no han identificado una sola sustancia común a todos los casos, pero el departamento de salud de Nueva York está centrando su investigación en las recargas de cannabis que se venden en el mercado negro y que contienen aceite de vitamina E, dañino al inhalarse.
La FDA advirtió el lunes al fabricante de cigarrillos electrónicos Juul, líder del mercado, que deje de anunciarse como una alternativa menos dañina al tabaquismo, y lo acusó de haber infringido la ley en su comercialización.