La biodiversidad en riesgo por culpa de la actividad humana. La última actualización de la Lista Roja de Especies Amenazadas, elaborada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) revela que 28 000 especies de todo el mundo se hallan en peligro de extinción.
La organización utilizó rigurosos criterios para evaluar a 105 732 especies, una a una. Un incremento de 17 000 con respecto al último estudio del 2017.
Así, hallaron que 28 338 se hallan amenazadas, es decir un 27% del total, y registran que 873 especies ya se extinguieron desde el año 1500.
La UICN clasificó 6127 especies en peligro crítico, lo que significa que están a un paso de la extinción global.
La cifra parece pequeña en comparación al millón de plantas y animales que estimó hace apenas dos meses la Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política sobre Biodiversidad y Servicios de Ecosistemas (IPBES), patrocinado por varias agencias de la ONU. Sin embargo, la Lista Roja solo ha evaluado, formalmente, con rigurosos estándares el 1% de animales, hongos y plantas. A medida que más especies sean evaluadas, sin duda el número crecerá.
Lo cierto es que más de 7000 especies de todo el mundo se agregaron a la Lista Roja en esta actualización.
Los más vulnerables son los anfibios, pues forman parte del 40% de las especies analizadas. Luego, las coníferas (34%), los corales (33%), los tiburones y las rayas (30%), los crustáceos (27%), los mamíferos (25%) y las aves (14%).
“La naturaleza está disminuyendo a tasa sin precedentes de la historia de la humanidad”, afirmó Jane Smart, directora global del grupo de Conservación de la Biodiversidad de la UICN, según informa Servimedia.
Esta visión es compartida por la directora general interina de la UICN, Grethel Aguilar, que ha añadido que estas cifras ” muestran claramente la cantidad de seres humanos en todo el mundo que están sobreexplotando la vida silvestre”.
En el caso de los mamíferos, los primates son quienes se hallan más amenazados, puesto que siete de ellos, seis de ellos de África, sin amenazados por la caza y la deforestación, actividades netamente humanas.
Sobre los animales marinos, según la UICN el pez guitarra y las rayas de la familia Rhinidae son los peces más amenazados del mundo. Y entre las rayas, hay dos familias al borde de la extinción debido a la sobrepesca en las regiones del océano Índico, Pacífico occidental, Atlántico oriental y el mar Mediterráneo para la elaboración de sopas de aletas.
Otra de las especies marinas que aparecen este año en la lista son los peces linterna bioluminiscentes. A pesar de que ellos viven a más de 1000 metros de profundidad se encuentran amenazadas por las industrias petroleras, de gas y mineras que desarrollan sus actividades en aguas profundas.
Según la UICN, las especies de agua dulce de Japón y México también se hallan al borde de la extinción debido a la contaminación de los ríos en el campo y el ámbito urbano, además de la construcción de diques y presas.
Por ello, William Darwall, director de la Unidad de Biodiversidad de Agua Dulce de la UICN, advirtió que la pérdida de dichas especies pondría en peligro una fuente de alimentos e ingresos.
“Necesitamos urgentemente políticas sobre el uso humano de las aguas dulces que tenga en cuenta las necesidades de muchas otras especies que comparten estos ecosistemas”, ha señalado en declaraciones recogidas por Europa Press.
Esta vez, más de 5000 árboles y hongos de 180 países integran la Lista Roja de la UICN. En su caso, según la institución, se hallan amenazados por la explotación maderera y el tráfico ilegal de productos silvestres.
En cuanto a los hongos, el número de especies de este tipo en peligro de extinción llega a las 79. Ello significa que ha duplicado su cifra en los últimos años.
“Las cosas no están mejorando, sino que están empeorando”, advierte Craig Hilton-Taylor, jefe de la unidad de la Lista Roja de la UICN, en declaraciones a la revista Time.
“El futuro de la humanidad – alimentos, agua dulce, agua potable, aire limpio – depende en gran medida de que se mantenga la biodiversidad que nos rodea”, continúa Hilton-Taylor.
“Los números son horrendos, eso es totalmente aterrador”, sentencia, a su vez, Lee Hannah, biólogo del cambio climático de Conservación Internacional, citado por Time.
La humanidad empuja a las especies al desastre, pero también provoca su propia catástrofe.