Antes de la cumbre del G20, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, criticó las políticas liberales de los países que se han aplicado en las últimas décadas. Asimismo, elogió a Donald Trump por intentar detener el flujo de migrantes y drogas desde México.
“Esta idea liberar presupone que no hay que hacer nada. Que los migrantes pueden matar, saquear y violar con impunidad porque sus derechos como migrantes tienen que se protegidos”, dijo en una entrevista con Financial Times en el Kremlin en vísperas de la reunión en Osaka, donde se reuniría con Donald Trump.
“Todo crimen debe tener su castigo. La idea liberal se ha vuelto obsoleta. Ha entrado en conflicto con los intereses de la abrumadora mayoría de la población”, agregó Putin.
En tanto, sumó a su crítica al liberalismo la decisión de la canciller de Alemania de admitir en su país a más de un millón de refugiados, principalmente de Siria, medida que Putin considera “error cardinal”.
“[Los liberales] no puden simplemente dictarle nada a nadie como lo han estado haciendo en las últimas décadas”, arguyó Putin.
Por su parte, Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, dijo que estaba “totalmente en desacuerdo” con el mandatario ruso.
“Lo que encuentro realmente obsoleto es el autoritarismo, los cultos de personalidad y el gobierno de los oligarcas”, sostuvo.
Vladimir Putin ha sido acusado regularmente de apoyar secretamente los movimientos populistas nacionales (anti-liberales) a través de la ayuda financiera y las redes sociales, especialmente en las elecciones presidenciales de 2016 en Estados Unidos (cuando ganó Trump), el referéndum Brexit y las recientes elecciones al Parlamento Europeo.
Putin rechazó tales aseveraciones.
El presidente de Rusia también criticó el manejo por parte de algunos países del multiculturalismo que abarca la diversidad sexual.
“No tenemos ningún problema con las personas LGBT (...) Pero algunas cosas nos parecen excesivas. Afirman ahora que los niños pueden desempeñar cinco o seis roles de género”, manifestó.