Los perros, a diferencia de los gatos, expresan muy fácilmente su alegría. Los canes suelen mover su cola o se agitan para dar a conocer su emoción de ver a su dueño o jugar con él. Los felinos también tienen mecanismos para dar a conocer lo que sienten, aunque a veces estos pasan desapercibidos. Ellos erizan su piel o mueven las orejas para demostrar que se siente seguro y contento. A pesar de esto, los mininos tiene la mala imagen de ser mascotas no muy amigables, o incluso poco leales, con sus dueños.
La natural independencia de los gatos hace que muchos los consideren egoístas y fríos, aunque algunos ven en esta característica una ventaja frente al comportamiento de los perros. Vale indicar que ellos han sido domesticados desde hace miles de años, pero, a pesar de ello, aún gozan de una percepción negativa.
La razón por la que se piensa que los gatos son poco cariñosos se origina en la forma en que los felinos fueron domesticados. Se trató de una proceso más lento y gradual que con los perros. Según detalla la BBC, la primera vez que los felinos empezaron a convivir con humanos fue en Medio Oriente, hace 10.000 años.
A diferencia de los canes, los mininos conseguían su comida por su propia cuenta y de forma independiente. También eran los encargados de proteger los cultivos de las ratas u otros animales.
Los ancestros de los gatos se caraterizaron por ser animales no sociales. Foto: AFP
Así, se estableció desde un inicio una relación más distante, a diferencia de los perros que acompañaban a sus amos a cazar y se repartían con ellos el botín. De esta manera, se estableció una mayor dependencia hacia sus dueños.
"En su mayor parte, son los humanos los que no han entendido bien a la especie", declaró en 2019 a la BBC Karen Hiestran, veterinaria y miembro de la empresa International Cat Care.
La especialista reveló que los perros y humanos comparten rasgos similares y han vivido mayor tiempo juntos que los gatos. Además, los ancestros de los minios no solían vincularse con otras especies. "Vienen de un ancestro solitario que no es una especie social", agregó Hiestran.
La cercanía de los gatos con sus dueños dependerá, entre otros factores, de la forma de domesticación en sus primeros años de vida. Foto: AFP
A pesar de esto, la mayoría de personas espera que sus minimos sean como ellos, pero lo cierto es que, por naturaleza, no lo son. En esa línea, diferentes estudios han demostrado que la socialibilidad de estos animales es un tema complejo. "Es muy variable, está marcada por la genética, y la parte social puede depender de las experiencias de las primeras seis u ocho semanas", acotó la administradora de Cat Care.
En consecuencia, lo cierto es que la cercanía de los gatos a sus amos dependerá, entre otros factores, del proceso de domesticación en su primera etapa de vida, según indicó la experta. "Si tuvieron experiencias positivas en la primera etapa de su vida, es probable que les vayan a gustar los humanos y que quieran pasar tiempo con ellos", recalcó.