El domingo 17 de julio se festeja el Día del Pollo a la Brasa y más de un comensal se alista para visitar algún restaurante. Sin embargo, frente al incremento de contagios de COVID-19, la posibilidad de permanecer en casa cobra más fuerza entre las familias peruanas. Pero para que este popular platillo no falte en la mesa, es indispensable guardar la receta del característico aderezo.
Crocante y con el punto exacto de sal, el pollo a la brasa deslumbra a grandes y chicos. ¿Cuál es el secreto de este inconfundible sabor? ¡Despierta tus habilidades culinarias!
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Ten en cuenta que las cantidades detalladas están destinadas para un pollo entero.
Ingredientes
Preparación
Luego de limpiar muy bien el pollo, mezcla todos los ingredientes en un recipiente. Obtendrás como resultado un líquido que posteriormente usarás para bañar al ave. Una vez listo, ya puedes someterla a cocción.
En el caso de que desees innovar durante esta fecha, también tienes esta deliciosa opción. Recuerda que la preparación es la misma.
Ingredientes
En redes sociales, diversos negocios ofrecen platos de pollo a la brasa pese a no contar con garantías sanitarias del Estado. Foto: Referencial
¿Quién se resiste al delicioso sabor de las papas fritas? Foto: PEXELS
De acuerdo con una entrevista a la exdecana del Colegio de Nutricionistas de Lima, Magaly Herrera, digerir el pellejo del pollo a la brasa puede traer efectos perjudiciales a la salud, ya que contiene células cancerígenas, sea frito o a la brasa. Además, aumenta los niveles de colesterol en sangre.
“Existen diversos tipos de grasa, pero el pellejo de pollo tiene las llamadas grasas trans, las cuales incrementan los niveles de colesterol en sangre, no solo el colesterol normal, sino también el llamado colesterol malo, que es el creador de trombos en las arterias, el cual causa problemas cardiacos como infartos”, añadió.
Los suizos Roger Schuler y Franz Ulrich llegaron al Perú después de la Segunda Guerra Mundial. Inicialmente, el primero de los referidos convirtió en Chaclacayo un corral de pollos en una granja, a la que llamó La Granja Azul.
La venta no le dio réditos a Schuler, así que terminó matando a los animales y vendiéndolos en una parrillada. Esta vez el migrante tuvo ganancias. Fue entonces cuando comienza a pensar la idea de colocar el pollo sazonado en una máquina brasera.
La Granja Azul es la primera pollería en territorio peruano. Su fundador es Roger Schuler. Foto: composición/LR