Nito Mestre volvió a ver el documental Adiós, Sui Generis (1975) en abril, después de veinte años. La sala del Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente (BAFICI) estaba llena y, al regresar a su casa, escuchó los discos de la banda. A partir de eso planeó hacer la gira que lo trae a Perú para dos conciertos, el primero del disco Vida y el segundo de Confesiones de invierno (el 4 y 5 de julio). “Me parece que este es el momento adecuado. Estoy vivito y coleando y muy bien de ánimos”, nos dice.
El argentino se conectó unos minutos por Zoom. Nos responde desde su auto y recuerda los inicios de Sui Generis. En Mar de Plata hay estatuas de Charly García y él, los inmortalizaron emulando los años en que repartían volantes. “Cuando se eligió esa posición la elegí yo junto con el escultor. Venían 15 o 20 personas y hacíamos más de una hora de caminata repartiendo volantes y la actitud es esa, estar caminando”.
Nito Mestre ha descrito alguna vez a Charly García y a él como el yin y el yang. Por ejemplo, mientras Charly protesta contra Javier Milei, Mestre tiene otra posición. “Estoy fuera del país y es muy controvertido opinar porque en nuestro país ya hay una división muy grande. No es fácil lo que está pasando, hay gente que lo ve o blanco o negro, pero la gama de grises que hay en el medio es muy extensa. Nuestros países están divididos, el mundo entero está complicado”.
¿Cómo grabaron el primer tema de Vida: ‘Amigo vuelve a casa pronto’?
Éramos nuevos, no había mucho presupuesto para tener el disco, por lo tanto grabamos con los músicos de sesión. El estudio era uno de cuatro canales, lo máximo que había en Argentina en ese momento, pero a la vez era como grabaron los Beatles. Entonces, al escuchar que los Beatles grabaron así, nosotros podíamos hacerlo. Fue precario, pero por sobre todas las cosas, éramos novatos, pero fue un disco muy emotivo, muy tierno y lo sigo escuchando. Y a raíz de eso es que estamos haciendo estos shows. Yo tenía la costumbre en esa época de apuntar todo lo que hacía. Llevé un registro en carpetas y la primera canción fue esa, ‘Amigo vuelve a casa pronto’. ‘Canción para mi muerte’ la grabamos tercera o cuarta, nosotros no sabíamos que iba a ser la canción fundamental del disco, creíamos que iba a ser ‘Cuando comenzamos a nacer’ porque a esa canción la llamábamos vida.
En algún momento dijo que Charly García quiso ser una estrella de rock y usted no.
Cuando éramos chicos y recién empezábamos, lo que queríamos era grabar un disco, que las familias y los amigos se sintieran orgullosos, tener cierto tipo de fama. Nunca me interesó ser número uno. Cuando nos volvimos a juntar yo le dije a Charly: “Yo no tengo problemas de juntarnos y hacer Sui Generis, pero yo quiero seguir siendo la misma persona que puede ir al supermercado de compras. Que no me cambie mi forma de vivir, mi privacidad”. Eso no lo pensaba a los 19 años, pero nunca mi intención fue ser estrella del rock. Quería ser conocido, viajar, tocar mucho, grabar discos, etcétera, pero no era mi intención ser el primero, no. Para mí este oficio y todo lo que he logrado supera por amplio margen todo lo que soñé de chico.
‘Canción para mi muerte’ la escribe Charly en un momento de excesos, pero usted ha dicho que también tuvo mucho de ello aunque no se exponía.
Sí, tengo otra forma de pensar, mucho más tranquila. Por ejemplo, no me gustaría salir a la calle y tener un guardaespaldas. Me gusta salir solo, tranquilo, me gusta un perfil bajo. Cuando subo a un escenario y tengo que cumplir mi oficio, lo que más me gusta es hacerlo bien, pero mi vida normal es una vida común. A Dios gracias tengo una relación muy abierta con el público, es una relación de no esconderme y llevar una vida normal. El bajo perfil es una cosa que me acompaña porque me gusta y no hago nada, no hago ningún exabrupto para llamar la atención. Cada uno tiene su forma de ser, yo lo disfruto más así y sigo manteniendo a los amigos de siempre, compañeros de colegio con los que a veces me veo.
¿Qué le pareció volver a ver Adiós, Sui Generis?
Verlo en pantalla es otra cosa, está mejorado el sonido e imagen. Ojalá que lo puedan pasar en el cine (en otros países), es totalmente diferente que verlo en una computadora. El cine estaba lleno y el público parecía que se había metido en el recital y yo estaba en el público y también en la pantalla. Fue una situación muy agradable y ahí vi que había mucho público joven que no nos había visto. Fue muy lindo, muy distinto, una experiencia increíble.❖