José Peláez tenía 16 años cuando actuó en la película “Mañana te cuento” (2006). A pesar del éxito de la cinta, emigró a España para continuar sus estudios, aprovechando la ascendencia de su progenitor, José Manuel Peláez Prado, natural de Asturias. “Eran tiempos difíciles para mi familia”, escribió en Facebook. “Una cosa tan pequeña como el pasaporte de mi padre resultó ser una verdadera llave a muchas experiencias alucinantes”, agregó. Inicialmente, su madre, Jenny María Velarde-Álvarez Arca Parro, coordinó para que viviera con unos tíos. Sin embargo, después estos plantearon que pague 500 euros como renta. La cifra resultó exorbitante y lo obligó a buscar dónde vivir y conseguir un trabajo. Una experiencia que no resultó tan grata porque sintió su vida peligrar.
Estar solo en España, mientras estudiaba Administración y Dirección de Empresas, resultó chocante para José Pelaéz, de apenas 17 años. “Me acuerdo de que, las primeras dos semanas, se hacía de noche y no paraba de llorar porque extrañaba mucho a mi país”, contó en su red social.
No obstante, en su tercer año en las aulas universitarias, consiguió una beca para irse de intercambio a la universidad pública de Maastricht, en Holanda. Con el objetivo de ahorrar para el viaje, un amigo lo ayudó a encontrar trabajo de mozo en un restaurante turístico llamado La Parra.
“Lo único bueno era que, a pesar de que trabajaba muchísimas horas, tenía un sitio donde podía dormir, entonces todo el dinero iba para mí”, relató José Peláez en su canal de YouTube. Sin embargo, a último minuto, su jefe le comunicó que compartiría la habitación con otro mozo originario de Rumania.
“En un principio no tuve mayor problema. Pero cuando llegué, el cuarto era diminuto. Y una semana le tocaba a él dormir en la cama y a mí en un colchón inflable”, explicó. Aun así, siguió para adelante, hasta que ocurrió un incidente con el rumano.
“Un día, eran las 10 de la noche, y estamos terminando el servicio, había que abrir una botella de vino (honestamente no tenía ni idea de cómo abrirla), pero debía parecer seguro de mí mismo y que sabía hacerlo. Estuve batallando un buen rato, hasta que mi compañero, el rumano, me dijo: 'Botella de vino, yo saber abrir'”.
José Peláez narró que su compañero le ofreció ayuda hasta en tres ocasiones y él se negó, la última mostrándose muy irritado: “Me molesté horrible y el chico parece que también se molestó. Y cuando acabamos el turno, el rumano me dice en voz baja: 'Yo pretendo matar ahora, te lo juro. Cuando estemos durmiendo, yo te voy a matar'”.
El conductor de 'El gran chef: famosos' no se tomó la amenaza a la ligera y fue donde su jefe a decirle que renunciaba. “Yo no voy a estar en un sitio donde me estoy jugando la vida, me largo de aquí”. Su empleador no quiso dejarlo ir y fue en busca del rumano. “Le dijo: ‘Si no te retractas, te vas’”.
El compañero de José Peláez le mencionó a modo de excusa: "Cuando un rumano da su voz, eso es ley". El presentador aceptó sus palabras: “Le estreché la mano, y ese día fuimos a dormir en el mismo cuarto, no me hizo absolutamente nada, pero debo confesar que a veces me costaba un poco dormir y esperaba que él se durmiese antes de quedarme yo dormido por si le entraba la locura algún día”.
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José Peláez aguantó un mes como mozo en La Parra, su primer trabajo por cierto. Más tarde, cuando estuvo listo para irse a Holanda, recibió un correo electrónico para ser parte de “Mañana te cuento 2” y debía volver a Perú para las grabaciones.
“Como me fui a Perú y perdí cursos, perdí la beca. Entonces me puse a trabajar, y por eso mi carrera, en vez de hacerla en cuatro años, la terminé en siete, pero no me molestó”, afirmó en YouTube.
José Peláez junto a sus padres en su graduación. Foto: José Peláez/Facebook