Yarita Lizeth sorprende con fajo de dinero en corte de pelo: “¡Quiero que seas mi madrina!”
La cantante fue madrina de una niña en Puno. Video se hizo viral en TikTok y provocó curiosas reacciones entre los cibernautas.
El corte de pelo o corte de cabello es una tradición de la cultura andina. En ella, los invitados cortan el primer cabello de un niño o niña y, a cambio, retribuyen a sus progenitores del menor con dinero. Para esto, los padres nombran a alguien de confianza para que sea el primero que corte el cabello. A este invitado se le denomina padrino o madrina, según su sexo.
Recientemente, en Tiktok sorprendió la conocida cantante Yarita Lizeth Yanarico, cumpliendo el rol de madrina de corte de pelo de una niña en la ciudad de Juliaca. En el video, se le observa otorgar una fuerte suma de dinero a sus compadres a cambio del cabello de su ahijada.
El material fue subido en la cuenta de @modrish1. A pocas horas de su publicación, obtuvo más de 18.000 ‘me gusta’, fue compartido 1.690 veces y generó curiosas reacciones en los cibernautas.
“¡Yarita, yo quiero que seas mi madrina!”, “Yo quiero que sea madrina de mi hija, porque es un amor de persona”, “¡Wao! Tanto dinero”, “Yarita, quiero ser tu ahijado”, fueron algunas de las reacciones que dejaron las personas en la caja de comentarios.
¿Qué más se sabe del corte de cabello?
El corte de cabello, que comúnmente se conoce también como el corte de pelo, en la cultura andina se le llama rutuchiku (quechua) o rutuchi (aymara), términos que hacen referencia a la actividad de cortar el primer cabello de la persona.
Según el historiador peruano Luis Valcárcel (1985), citado en un artículo por Rodolfo Cutipa (2022), la costumbre data de muchos años atrás. Los padres suelen tener el concepto de que el primer cabello de su hijo es sagrado, puesto que se formó en el vientre de su madre. Para su corte, las familias suelen reunirse y cada quien dona a los progenitores del niño o niña según sus posibilidades.
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“El rutuchiku es cuando la criatura llega a un año, ora fuese hombre, ora mujer. Le daban el nombre que había de tener hasta que fuese de edad (…) y así cumplido un año, a la criatura la trasquilaban, llamaban al tío más allegado y este le cortaba el primer cabello y ofrecía para la criatura. Y por este orden iba hasta todos los parientes, hacían la ofrenda y después lo hacían los amigos de los padres y bebían este día, y el tío más principal le daba el nombre que había de tener hasta que fuese de edad” (Valcárcel, 1985).
