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Espectáculos

Amador Ballumbrosio sobre extensión de temporada de La Tarumba: “No imagino la vida sin circo”

El artista principal de La Tarumba agradeció al público por el éxito de “Eterno” y, pese a críticas, valoró la voluntad de otros personajes del medio para atreverse a lanzar sus carpas.

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Amador Ballumbrosio es el artista principal del show "Eterno" de La Tarumba. Foto: Facebook La Tarumba

Este 2022, La Tarumba volvió a la actividad luego de dos años de ausencia por la pandemia de la COVID-19, y su temporada se convirtió en todo un éxito. La misma se extenderá hasta el domingo 18 de septiembre, por lo que el público que aún no tuvo la chance de asistir a la explanada de Plaza Lima Sur de Chorrillos tendrá algunos días más para poder presenciar el espectáculo denominado “Eterno”.

La República conversó con Amador Ballumbrosio, artista principal del show, quien no solo agradeció la preferencia de los espectadores, sino que también compartió sus vivencias durante estos dos años de para obligada por las prohibiciones sanitarias. Asimismo, el también músico y violinista respaldó que otros personajes de la farándula nacional se animen a ingresar al mundo circense a pesar de las críticas de cierto sector.

—Sabemos que han extendido hasta el domingo 18 de septiembre la temporada de La Tarumba justamente por su acogida. Imagino que han debido tener un éxito en el público, pero quisiera saber de tus palabras, ¿cómo ha sido la respuesta del público en estas semanas desde que inauguraron el show desde de este 2022?

—El público, desde un inicio, ha tenido respuesta satisfactoria. En ningún momento se dejó escapar la idea de que presentáramos un “Eterno” blando o un “Eterno” flojo, un “Eterno” apurado. Creo que el “Eterno” que hemos preparado para el público es seguro de lo que se ha hecho con amor a base de esfuerzo; de miedo, porque esto estábamos con mascarillas y había que hacer ese trabajo minuciosamente con mucho cuidado, respetando los protocolos para poder llegar bien sanos y salvos a recibir al público y este ha respondido del día uno maravillosamente con su presencia. Yo creo que La Tarumba ha alcanzado un sitial en este país, que les da a los peruanos un espectáculo digno de apreciar y de llevar con responsabilidad.

—Amador, justamente mencionaste el tema de los protocolos y los cuidados. ¿Cómo fue para usted y el resto de los integrantes de La Tarumba este regreso a la temporada luego de dos años de pandemia, de haber cerrado, y de todas estas prohibiciones que nos obligó esta enfermedad?

—Siempre nos mantuvimos comunicados en el sentido de que estábamos alerta para poder regresar, retornar nuevamente, porque fueron dos años difíciles. En esos dos años de incertidumbre llega un momento que el encierro ya te lleva a especular, te lleva a tener inseguridad, a tomar otras decisiones. Puedes comprometerte a hacer otra cosa, no sé, pero si yo hablo por mí, tendría que hacer otra cosa como volver a ser profesor de talleres de un colegio y en el colegio pude trabajar virtualmente para sostener esta incertidumbre también atendiendo a otra población. Entonces, cuando llegamos a un espectáculo como “Eterno”, ya los artistas quienes conforman esta compañía ya tienen el compromiso pleno, ¿no? Ya no tienen otra cosa como alternativas, sino la entrega de pertenecer a un espectáculo o a La Tarumba dando el 100%.

Amador Ballumbrosio preparándose para una función de La Tarumba. Foto: La Tarumba

—En retrospectiva, viendo ahora ya la libertad que hemos recuperado, en cierta manera, por las restricciones, ¿crees que el gobierno y las autoridades fueron un poco estrictas y duras con el artista, con el mundo artístico o no?

—Yo lo sostengo: todavía no hay ningún gobierno que se encargue de este mundo del artista. Los artistas en el país, valga la aclaración, si bien tenemos un espacio es por fuerza propia, es porque somos apasionados, somos los locos y creemos en nosotros y tenemos que hacer el arte con la nuestra, pero no me viene a la memoria ningún gobierno preocupado por que el artista tenga un sitial y si lo hubo, no lo recuerdo.

Recuerdo un gobierno que me apoyó cuando hice una exposición de pintura porque les dije que no tenía dinero y había un programa que ayudaba al artista. Entonces, tuve que presentar un proyecto ordenado, con aval para que me apoyara, pero eso lo recuerdo como un romance de los 90 y no quiero reventarle cohetes al gobierno de los 90. Y mi preocupación fue que nosotros fuimos los últimos en ser indemnizados por una pandemia que afectó al mundo. En el caso nuestro, nadie nos indemnizó, nadie nos puso en una lista para apoyarnos. Había bonos que sí sirvieron para uno, pero yo nunca esperé eso porque quizás no lo necesité. En cambio, había otros artistas que sí lo necesitaban. Yo creo que hay que empezar a preocuparse y no esperar una pandemia para crear protocolos y que sean los artistas los más perjudicados y los últimos en ser tomados en cuenta. Yo creo que hay que comenzar a enseñarle al futuro del Perú, que son los niños, que los artistas somos prioridad. No imagino la vida del ser humano sin música, sin arte, sin poesía, sin teatro, sin circo.

—Amador, cambiando de tema, justamente tú que eres una persona con vivencias en los shows artísticos circenses, hoy vemos que hay varios artistas de televisión y otros rubros que tal vez nunca han tenido una experiencia. Abren sus circos, ofrecen shows en carpas aprovechando estas fechas de Fiestas Patrias. ¿Qué opinas tú de esta competencia que por ahí podría decirse que no tienen el nivel o no están capacitados para hacer shows de circo?

—Mira, yo no he ido a ningún show ahora porque estoy a full con lo de La Tarumba. Tengo el día lunes de descanso y no he ido a ver lo demás circos; no tengo una crítica de lo que pueda estar ocurriendo. Respeto la calidad del circo que debe ser llevada a un buen espectáculo, con un buen cuidado, desde buena gradería y tener buenas carpas. Yo valoro mucho el esfuerzo de la gente que se anima a hacer circo, porque en este país es bien difícil. El artista del circo tiene que hacer a veces hasta tres funciones y estar sosteniendo su estado de ánimo para dar lo máximo y todo lo que pueda. Yo valoro eso en un artista, pero, como te digo, no conozco todavía.

Los lunes descanso, tengo que venir al colegio de lunes a viernes y tengo que ensayar porque tengo un viaje pronto a Europa y, nada, no tengo una crítica que nos lleve a dar una visión de lo que está pasando en el circo.

—Y para ahondar tal vez un poquito más en esta pregunta, ¿consideras que los circos deberían llevar un enfoque artístico como el que ustedes le dan en La Tarumba o solamente debería ser un espacio de entretenimiento y que cada uno vea cómo hace su show?

—Yo creo que hay elecciones. Tenemos públicos tradicionales y no podemos saber el enfoque del público para conocer a qué circo tengan que ir y a cuál no. Yo creo que La Tarumba da lección de lo que es circo y yo soy del perfil de que el circo es una tradición, parte de un legado familiar; y yo creo que eso es lo que soporta a las grandes carpas, a las grandes compañías que se mueven a provincia, a distintos lugares, pero con un carácter de ser circo y darle un espectáculo valorable a la gente, respetuoso, cómodo y no uno que tenga un show desastroso, penoso. Yo creo que el circo va más allá de las necesidades del artista.

Amador Ballumbrosio es el principal hacedor del espectáculo 'Eterno' de La Tarumba. Foto: Facebook Amador Ballumbrosio

—Amador, ¿cuál es la actividad que haces en el colegio donde trabajas? ¿Se puede saber cuál es el nombre?

—Yo trabajo en los Reyes Rojos de Barranco. Casi tengo 22 años, al igual que en La Tarumba, trabajando con niños en este colegio y yo acá soy tutor de sexto grado y enseño danzas peruanas.

—¿Los Reyes Rojos es el colegio que tenía convenio con Alianza Lima hace unos años, ¿no?

—Exactamente, en el cual Constantino Carvallo (exsocio de Alianza Lima) era el director, claro.

—Me imagino que debes tener varias historias ahí con Constantino Carvalho y con algunos jugadores de Alianza que viste desde pequeños.

—Sí, a varios. Y, ahora qué me dices eso, sonrío porque estoy ahora en la sala de música y todos ellos pasaron por acá. Es un lugar que me ha dado satisfacciones, alegrías, he llorado a los que no están, como a Constantino y gente que ya se ha ido. He celebrado también ir al Mundial de la mano de Jefferson Farfán, de Paolo Guerrero, entonces soy feliz en este estado, en un estado de emotividad, en un estado que hay que ser agradecido con la vida porque yo creo que si no hubiera conocido este colegio, si no hubiera conocido La Tarumba, seguro que estuviera en el campo trabajando y mi vida hubiera sido otra. Hubiera sido otra, pero yo creo que el destino me puso en camino para yo poder darle vuelta a este oficio de ser músico, artista de una cultura afroperuana.

—¿Qué le dirías al público que aún no se anima a visitar esta nueva puesta en escena de La Tarumba en este 2022, “Eterno”?

—Que vaya a ver “Eterno” porque, justamente, está basado en ese amor eterno que podemos tener a las grandes cosas. Hemos perdido tantas cosas en dos años y fue tan rápido, pero ese dolor que nos puede quedar, viendo este espectáculo, va a sanar. Hablábamos con Fernando Zevallos, director de La Tarumba. Era que entras (al circo) y es como entrar en un cuarto, en una carpa de sanación donde tus dolores vienen a ser menos, te restan porque la hemos pasado mal.

No sé si haciendo un espectáculo como este es para curar, sanar heridas y decir: ¡Sí! Vale seguir soñando, el Perú es país difícil, pero que vengan a ver que todavía quedamos personajes que podemos hacer felices a las personas aun viviendo lo que estamos viviendo en estos tiempos.

Amador Ballumbrosio es el principal hacedor del espectáculo 'Eterno' de La Tarumba. Foto: La Tarumba

—¿Tuviste familiares cercanos que fallecieron por la COVID-19?

—No, no fallecieron por COVID-19, pero sí en esos momentos. Murió mi mamá, que ya estaba muy vieja, estaba con diálisis, llegó un momento que ya no tenía fuerza y la atención estaba inclinada para la gente que tenía coronavirus. Esta mujer no tenía COVID-19, nadie lo podía entender, porque no tenía. El doctor dijo: “Despídase”. Pero no murió por COVID-19.

Mi hermano mayor, Filomeno, murió en Estados Unidos. Ahí lo encontraron a tres días de un infarto, lo encontraron solo en su casa. Luego cayó en coma, larga agonía, y murió a los seis meses. Pero las cosas pasan y esta vida continúa.