A una semana del espectáculo “La noche del huayno”, en el Gran Teatro Nacional, la cantante peruana Saywa se mostró emocionada de compartir escenario con Nancy Manchego (Apurímac), Lalo Arroyo (Ayacucho) y Adolfo Salazar (Apurímac). Ellos y los músicos que estarán en escena ofrecerán un homenaje a nuestro huayno, una de las expresiones artísticas más importantes de nuestra cultura popular.
Victoria Porras Quintanilla, nombre real de Saywa, dio a conocer que el concierto “La noche del huayno”, programado para este sábado 2 de abril y que contará con un gran despliegue de artistas en escena; busca mantener vigente nuestras costumbres. En el repertorio no faltarán canciones como: “Linda andahuaylina” (Apurímac), “Cajelos de la esperanza” (Ancash), “Desolación” (Ayacucho), “Recuerdos de Julcán” (Huancayo) y los infaltables carnavales como fin de fiesta. Las entradas ya están dispuestas en Teleticket.
En conversación con La República, la cantante peruana de música folclórica de 54 años habló del show, de los artistas que partieron a la eternidad y de cómo podemos promover la música nuestra a las nuevas generaciones.
Se viene tu primer concierto presencial, ¿hay algún tipo de temor por este contacto?
No, no. Estoy emocionada, porque hace mucho tiempo no estoy en un show en vivo. Siempre uno extraña el calorcito de la gente que nos sigue en los eventos. Estoy más emocionada porque voy a cantar mis canciones, las cuales he venido componiendo a través del tiempo. Es emocionante cantar en el Gran Teatro Nacional, el mejor escenario del Perú.
¿Cómo te sientes de compartir escenario con Nancy Manchego, Lalo Arroyo y Adolfo Salazar?
Lo más emocionante es eso: no voy a estar sola, sino con compañeros y artistas que a mí me agradan muchísimo. Es emocionante poder unir voces y hacer fuerzas para llegar a más público. Por ejemplo, con Nancy (Manchego) estamos preparando canciones juntas, bonitas; coincidimos mucho en los gustos. Va a ser una noche de reencuentro. “La noche del huayno” será un gran espectáculo.
Con algunos vas a compartir este 2 de abril, pero a otros no los verás más, ¿cómo te sientes sobre que no estemos completos?
Son tiempos de dolor. Hace poco nos acaba de dejar nuestro ‘Comunero de los Andes’ (Rómulo Meza). También me dio mucha tristeza que se vaya Juanita del Rosal, una artista a la que siempre he seguido y que ha sido mi inspiración. Tenía el sueño de cantar con ella. La verdad me dio mucha pena no poder despedirla, porque fue de un momento a otro. Sin embargo, yo soy una mujer de fe, creo que ellos están vivos, están acompañándonos. La vida es de paso, pero nuestras obras quedan. Para mí, las obras que han dejado todos los artistas que ya no están aquí nos acompañan en nuestro canto, nos acompañan como energía, nos dan la fuerza y el valor para salir adelante difundiendo nuestra música.
¿Crees que los valoramos en vida o que, tal vez, faltan más programas como “Miski takiy”?
Creo que en el Perú, nosotros los peruanos, no sabemos lo que tenemos. Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde. Creo que los peruanos recién se dan cuenta de lo valioso que tienen cuando salen del país. La música de Perú es envidiada en el mundo. Ya quisieran tener otros países lo que tenemos nosotros, tanto en la costa, la sierra y la selva. Y eso que hay música que aún no conocemos. Sin embargo, estamos avanzando, pero aún falta mucho apoyo. Los artistas de folklore no tenemos seguro de vida, apoyo de ningún lado. Hay que ver un poco más por los defensores de la música, porque son leyendas vivas que aún existen en el Perú. Hay que apoyarlos para que no se pierda la tradición.
¿Qué sientes cuando los peruanos agotamos las entradas de los reguetoneros en solo un día y no hacemos lo mismo con nuestros artistas? ¿Más valoramos lo externo?
Es cierto, eso viene de casa. Creo que nosotros, que estamos en la vanguardia y siempre defendiendo nuestra música, tenemos que hacer en casa que nuestros hijos conozcan esto, porque no podemos amar algo que no conocemos. Entiendo que eso pase, porque es lo que conoce la gente. Esa música la ponen en todos sitios, le gusta a todo el mundo. Es como la comida chatarra: rica es comerla, pero luego te hace daño. Por eso tenemos que hacer un esfuerzo y llevar a nuestros hijos al teatro, para que puedan escuchar buena música y se enamoren de nuestro huayno, de nuestras costumbres, de nuestras lenguas. Pese a que el quechua es nuestra lengua oficial, todavía no la integramos. Si podemos saludar en inglés y decirnos ‘hello’, por qué no podemos decir ‘imaynallan kashanki’ o decir ‘allillanmi kashkani’ (estoy bien). Nos falta un poco de consciencia. No lo integramos, no lo hacemos nuestro.
¿Entonces “Miski takiy” es un gran ejemplo?
Afortunadamente hay gente que conozco que pone “Miski takiy” a las dos de la tarde. Debería ser así, porque es el programa donde puedes escuchar nuestras danzas, nuestras lenguas. Debería ser casi como una obligación, para que nuestros hijos escuchen y de alguna manera compenetrarnos con nuestras tradiciones. Así podemos hacer que las cosas cambien, como están cambiando, pero todavía nos falta mucho.
¿Y ese cambio se puede dar con las redes sociales, donde también se puede impulsar la música nuestra?
El cambio viene de nosotros. Hay dos gestores del quechua que han podido lograr que estemos en las redes, pones una palabra en quechua y puedes traducirla. Eso es un gran logro y queda para las siguientes generaciones. De esa manera estamos avanzando, pasito a pasito. Si solo nos quejamos, no vamos a poder avanzar. El espectáculo que estamos haciendo también es importante, porque necesitamos poner nuestra música en un bonito escenario, lo que es difícil, porque hay que invertir mucho dinero, hay que pagar a los mejores músicos. Por ejemplo, tendremos la presencia de Gerber Merino, que es un músico que ha compartido con Pastorita Huaracina y Picaflor de los Andes. Es un honor cantar con él. Es la fuente misma de la música. Estamos juntando la esencia de nuestros músicos de antaño con las nuevas generaciones.
Ya que hablas de las nuevas generaciones, ¿estás de acuerdo con las fusiones que se hacen ahora con el huayno o eres más purista?
Yo creo que la fusión es buena, porque la música siempre va evolucionando. El huayno que se canta ahora no es como el de hace 20 años. Cada vez se van incorporando elementos. Es vivencial. Puedes cantar un huayno con piano o poner toques modernos, pero sin perder la esencia. La esencia es tan importante, porque, si haces una fusión, se sigue sintiendo el huayno. Para hacer una fusión, tienes que saber del huayno, tienes que saber qué es un huayno, qué es un carnaval. Tienes que ir a la fuente directa. No estoy de acuerdo con las malas fusiones. No estoy a favor de artistas que ponen el quechua a una melodía cualquiera. Es una falta de respeto a nuestra tradición, porque sí hay melodías andinas, tenemos melodías bellas en el Perú.