El viernes 28 de mayo, La Lá estrena su tercer disco, Mito. La producción incluye un paralelismo y reinvención de la cosmovisión andina en la canción “Paracas Cavernas”, además de contar con una pieza de origen místico como “Milagros”.
En conversación con La República, la cantautora peruana explica el trasfondo de este nuevo trabajo; también, hace una crítica feroz a la poca difusión de artistas locales en las radios nacionales.
¿Por qué elegiste Mito como nombre para tu tercer álbum?
Lo de Mito viene porque me ponía a pensar que las personas tendemos a mirar a las culturas ancestrales como fantasiosas, ingenuas, al creer que sus realidades tenían un origen inamovible, que su cosmovisión estaba atada a fundamentos incuestionables.
Pero, yo lo comparo por cómo nosotros asumimos, por ejemplo, nuestra configuración social, el sistema, el modelo económico, casi inamovible para mucha gente.
Pensaba que los mitos usando la palabra más coloquial, nos afectan a todos y en todas las épocas y estamos acostumbrados a no cuestionar lo que tenemos por real o por cotidiano, y, sin embargo, sí es cuestionable y sí es movible también. Es una realidad que puede cambiar desde el ser humano.
¿Qué estás cuestionando en Mito?
En este disco, cuestiono la visión de la naturaleza como una cosa, de la mujer como una cosa, del ser humano como un explotador por naturaleza, de que la única manera de vincularnos entre nosotros es compitiendo, matándonos o vinculándonos con la naturaleza solo a través de la explotación y que no somos parte de ella.
Lo que propone el disco es una fe en nuestra propia alegría, vitalidad. Siento que nos roban este espacio de desear, vivir mejor, tener tiempo, conectar con el mundo y con otros y que es un derecho, porque eso es lo que el ser humano necesita.
En Mito experimentas con ritmos más bailables…
En este disco he experimentado con diferentes géneros, con bachata, guaracha, salsa. Ha sido retador por qué he tenido que investigar sobre los géneros por un lado y, por otro lado, he tenido que aprender cuáles son los patrones rítmicos de la bachata, etc.
¿Cuál fue la canción más difícil?
Fue la última que terminé, una canción para mi abuela: una salsa. Yo pensaba que iba a producir este disco grabando sesiones de vientos, de cuerdas. Como yo no sé escribir música, mi manera de dirigir en la grabación es en el espacio: “prueba esto”, “toca así”.
Pero como no había esta posibilidad (por la pandemia), ha sido muy retador hacerlo todo por teléfono por WhatsApp, cantar las líneas melódicas. Todo fue grabado por partes, y la mayor parte ni siquiera en estudio, cada músico desde su casa.
¿Quiénes fueron tus referentes musicales para este disco?
Para la bachata, escuché mucho “Bachata en Fukuoka” (2010) de mi querido Juan Luis Guerra. Para la canción de mi abuelita escuché salsas antiguas. Para la guaracha llamada “Amistad”, escuché a Los Compadres.
¿Qué música escuchas generalmente?
Es la primera vez que yo dejo traslucir un poco lo que escucho en verdad. Porque como yo hago de autor, se asocia mucho mi música a baladas, a trova. Y lo que yo más escucho es salsa, cumbias, guarachas, pero antiguas, colombianas. Me encanta la música bailable.
Una de las canciones, “Milagros”, la escribiste a partir de un sueño...
Sí, a mí me pasa a veces eso. He soñado con canciones, me he levantado y las escribo y grabo.
Pero ¿cuál es la historia detrás de “Milagros”?
Lo que pasa es que hace poco tiempo había muerto la esposa de un primo que se llamaba Milagros. Pensaba que mis abuelitas (que eran hermanas) me habían sugerido esta canción (durante el sueño).
Es una canción para consolar, alegrar a este primo mío, y las personas que sienten esa distancia de sus seres queridos.
Invitaste a tus seguidores a participar en un video fan para “Milagros”...
Sí, todos los videos de #MilagrosBachataChallenge fueron incluidos en el video. Es muy conmovedor ver a las personas en esa intimidad del baile, con sus seres queridos, es muy lindo. Sabes que están bailando con amor con otras personas, y para mí personalmente que lo hagan con una canción que yo he compuesto, es alucinante.
Cuéntame sobre “Paracas cavernas”...
Hay un juego ahí con el nombre de las culturas de este estadio, la cultura Paracas. Me imaginé que había una diosa que era la Paraca, a la que le podríamos pedir que nos cubriera para escapar del hogar patriarcal porque no había lenguaje, no había manera de explicar lo que pasaba en ese hogar, que la sociedad lo escuchara y validara la injusticia que sucedía dentro. Por eso al final terminé la canción, con un balbuceo porque como el lenguaje no alcanza para explicar lo que está pasando, entonces lo lloro, lo grito.
Pero antes de toda esta asociación, me vino a la mente la cultura Paracas, porque encontré una ropa de mi mamá muy antigua. La tela estaba seca, como un vestigio arqueológico. Pensé en los tejidos Paracas, su lugar en el hogar y de ahí vino la asociación con la cultura Paracas, pensando en las cosas mortuorias.
¿De qué habla “Paracas cavernas”?
Habla sobre la mujer en el espacio doméstico, el rol del cuidado lo asumen las mujeres. Esto significa para muchas, para todas, una renuncia al tiempo personal, al cuidado del cuerpo, al trabajo, estudio personal. Entonces ve este tema de la vida doméstica, de la mujer con un rol inapelable, natural. Es injusto que la mujer se vuelva una esclava de la casa, porque está prestando un servicio de sostenimiento que no es visibilizado.
¿Te afectó mucho la pandemia?
Totalmente, porque yo vivía de dar conciertos, y de algunas otras pequeñas cosas, pero mi fuerte era dar conciertos. O sea, “Ciao espacio laboral”.
Y ¿probaste con los conciertos virtuales?
Hice un par. Uno si me fue bien, porque lo produje yo sola en mi casa tocando y no hubo mayor gasto. Pero cuando intentamos hacer uno con un músico, en un espacio bonito, con cámaras, algo más pro, me fue pésimo.
Creo que las personas cuando ven algo en redes -la red social tiende a presentarse las cosas como algo muy fortuito, como algo espontáneo que está sucediendo ahí- no saben todo el trabajo y la inversión que hay detrás, no hay predisposición de pagar una entrada.
Esto lo entiendo, porque hay muchas personas que están tocando gratis en redes sociales. Todo se ha vuelto gratuito, el trabajo en general de los artistas entonces no es un espacio donde yo pueda tocar.
¿Consideras que las redes sociales devalúan el trabajo artístico?
Por supuesto, es como si las redes sociales informaran que uno debe trabajar por prestigio o por aplausos, pero el trabajo de cualquier ser humano en cualquier rubro tiene un costo alto. Siento que la música se ha vuelto un evento casual de redes sociales.
Hay artistas que tienen mayor trayectoria, y han podido mover su música de manera diferente, pero la mayoría de los artistas no hemos podido salir de esto.
¿Te obsesionan los números en redes sociales?
No, yo sé que cuando hago un post político pierdo 100 seguidores. E igual los hago. Desde siempre, porque siempre me he metido a hablar de política.
¿Qué esperas que el nuevo gobierno haga por los artistas?
Yo creo que ningún Gobierno ha hecho mucho por los artistas. Es algo que muchos gestores culturales han estado persiguiendo, que el Gobierno haga una ley del artista que tenga consideraciones mínimas con nuestro trabajo. No venimos de una situación primorosa.
Que la inversión en cultura sea mayor, también el lugar que se da a la cultura en escuelas, dentro de la sociedad, la televisión, la radio, o sea, por ejemplo, nosotros no sonamos en la radio. La televisión que tenemos en su gran mayoría es bien misia.
¿Por qué no suenan en la radio?
No te pasan. Es una política radial, no pasarte. Tú puedes preguntar y te dicen: “Acá no ponemos música nacional, podemos poner tu canción un minuto nomás”. Prefieren pagar multa a poner música peruana. Para sonar en la radio hay un negocio.
¿Te ha pasado eso?
A mí y a muchos colegas. No es que no sonamos en la radio, porque nadie en el Perú hace música. Hay muchos artistas que hacen música preciosa e igual no van a sonar, no importa lo que hagas, no eres Maluma.
Da bastante vergüenza. ¿Crees que nadie ha creado una canción mejor que “Los globos del cielo” (1996) de Pedro Suarez-Vértiz?, ¿por qué los únicos que suenan son PSV, Gianmarco, Armando Massé (presidente de la Asociación Peruana de Autores y Compositores (Apdayc)?, ¿por qué será? Hay que preguntarnos todos.
Suscríbete aquí al boletín Espectáculos La República y recibe de lunes a sábado en tu correo electrónico las noticias más resaltantes del entretenimiento nacional e internacional, así como los temas que son tendencia en las redes sociales.