Tras varios intentos, Jennifer Lawrence consiguió vender su elegante ático en el Upper East Side de Manhattan (Nueva York), aunque el precio que le pagaron fue mucho menor al que invirtió cuando lo adquirió: 15,5 millones de dólares contra 16.650.000 dólares que le costó.
Aunque la identidad del nuevo dueño se desconoce, sí se sabe que se ha hecho acreedor a un dúplex de lujo al que se accede a través de un ascensor con llave y vestíbulo privado. Tiene techos altos, vistas de 360 grados sobre Nueva York a través de enormes ventanales, suite principal en una de las esquinas con salón, chimenea de piedra caliza y cocina a medida.
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El gran atractivo de este dúplex, de 1.200 m2, es la terraza, de dos pisos, descrita por la agencia inmobiliaria como “un parque privado en el cielo”. El edificio dispone de conserje a tiempo completo, instalaciones para hacer ejercicio (incluso equipo especializado para entrenamiento de triatlón), sala de juegos y teatro.
Comedor.
Jennifer Lawrence, quién próximamente trabajará con Adam McKay en la comedia Don’t Look Up para Netflix, aún conserva otro departamento en Tribeca, el Greenwich 443, aunque pocas veces se le ha visto allí desde su adquisición en 2017. En cambio, la ganadora del Óscar prefiere alquilarlo por 27.500 dólares al mes.
cocina.