Felipe Staiti, guitarrista y actual vocalista de Los Enanitos Verdes, estará en Lima el próximo 30 de noviembre y 1 de diciembre, encabezando el esperado festival Vibra Perú. Este evento representa el regreso de la banda argentina a un país que ha sido clave en su historia y un momento de especial conexión para Staiti, quien asumió el rol de voz principal tras el fallecimiento de Marciano Cantero en 2022. “Volver a Perú es renovar ese romance que tenemos desde hace tantos años con el público peruano. Vamos a entregarlo todo con el corazón abierto, como siempre lo hemos hecho”, expresó Staiti.
La relación de Los Enanitos Verdes con el público peruano se remonta a más de cuatro décadas, y esta presentación marca una nueva era para la banda, que ha mantenido viva su esencia y el legado de Cantero. “La esencia no era solo de él, sino de todos los que formamos parte de esta banda. La mantenemos porque seguimos tocando las mismas canciones que veníamos haciendo juntos”, destacó el músico.
Para Felipe Staiti, tomar la responsabilidad de ser el vocalista de la banda no ha sido una tarea fácil, pero sí una de crecimiento. Anteriormente, Staiti solo interpretaba dos o tres canciones, pero desde el fallecimiento de Marciano ha asumido más temas. “Ha sido un proceso tomar la responsabilidad de estar al mando de la voz en más canciones”, comenta, destacando que el desafío ha sido conectar nuevamente con el público desde otra posición. Aunque interpretar canciones en su papel como guitarrista es algo que considera automático, el cambio de rol ha significado acostumbrar su mente a este nuevo desafío.
Foto: Los Enanitos Verdes
Staiti subraya que en cada presentación y en cada canción busca rendir homenaje a su compañero y amigo, sin intentar imitarlo. “Lo hago con todo respeto, Marciano es irremplazable, no busco imitarlo, sino interpretar estas canciones que hemos compuesto, que forman parte de nuestra historia, de la mejor manera posible”, aseguró el músico.
Staiti considera que, aunque el rock no ocupa la misma visibilidad que antes, sigue siendo un género importante y cuenta con un público fiel. “Aunque ahora parece menos visible, en realidad hay conciertos de rock llenos de gente. Se dice que el rock ha muerto, pero mientras sigan fabricando guitarras eléctricas, el rock no va a morir”, afirmó. El rock sigue siendo relevante y, según él, es como el océano: su verdadera fuerza está en lo que no siempre es visible, pero que existe con intensidad bajo la superficie.
Para Staiti, esta perspectiva es una muestra de la vigencia y fuerza del rock, que encuentra en cada acorde la manera de conectar con generaciones jóvenes y de trascender épocas. En sus conciertos, Los Enanitos Verdes atraen a una audiencia diversa y, especialmente, a jóvenes que han descubierto sus canciones y que las interpretan con una nueva energía.
La experiencia de Felipe Staiti en el mundo de la música le ha dejado valiosas lecciones, especialmente respecto a la importancia de aprender de los errores y la constancia. “Cuando grabamos nuestro primer disco, pensé que en el estudio sucedía una magia especial. Luego entendí que la magia debía crearla yo mismo, debía hacer que sucediera”, confesó. Para el guitarrista y vocalista, las caídas y las dificultades son parte fundamental del aprendizaje, y uno de los aspectos que le permiten mantenerse motivado en su carrera.
Staiti destacó que el camino en la música nunca es lineal y que siempre hay tropiezos que enseñan a ser mejores. “Uno nunca termina de aprender ni de tropezar, pero lo importante es siempre seguir adelante”, expresó, convencido de que la perseverancia es una cualidad esencial en la industria musical.
Foto: Los Enanitos Verdes
Uno de los aspectos más gratificantes para Los Enanitos Verdes es la buena recepción que tienen entre el público joven, quienes se apropian de sus canciones y les brindan un nuevo significado. “Es emocionante ver a personas de nuevas generaciones cantando nuestras canciones. La magia de estas canciones es que tocan el corazón de la gente”, señaló. Para la banda, esta conexión es vital y se mantiene gracias a su capacidad para crear música que trasciende fronteras generacionales.
Staiti enfatiza que las canciones de Los Enanitos Verdes se han convertido en parte del imaginario popular de varias generaciones, algo que él y sus compañeros valoran profundamente. La energía y el respeto de las bandas jóvenes hacia su música es también un testimonio de la relevancia de su trabajo.
Con décadas de experiencia en la industria musical, Felipe Staiti no duda en compartir su perspectiva sobre lo que significa tener una carrera exitosa en la música. Sin embargo, su mensaje no se basa en dar un consejo, sino en resaltar la importancia de vivir el propio camino. “Cada banda tiene su propio camino y hay cosas que forman parte de la experiencia de ser una banda de rock. No es solo talento para tocar, sino también para soportar el camino, las puertas cerradas, y aprender a seguir adelante después de los fracasos”, destacó el guitarrista.
Foto: Felipe Staiti
Para él, la persistencia es esencial en la vida de un músico, comparándola con una gota de agua que, con el tiempo, logra perforar la roca. La experiencia de Staiti con Los Enanitos Verdes lo ha convertido en un referente para nuevas bandas, y su mensaje resuena como una invitación a descubrir y construir su propio estilo.
Felipe Staiti se mostró emocionado por el regreso de Los Enanitos Verdes a Perú y por el afecto que siempre reciben de sus fans peruanos. Cada vez que se presentan en el país, la conexión con el público se convierte en un momento especial. “Perú ha sido uno de nuestros grandes amores. Siempre que hemos venido, en cada concierto y cada ciudad, hemos sentido un cariño increíble”, expresó Staiti.
El 30 de noviembre y el 01 de diciembre, cuando Los Enanitos Verdes suban al escenario del Vibra Perú, será una nueva oportunidad para reencontrarse con una audiencia que siempre los recibe con los brazos abiertos. Para Staiti, Perú es un lugar que ocupa un espacio especial en su corazón y en el de la banda, tanto por el calor de la gente como por el amor a su música, que han cultivado juntos durante más de 40 años.