Posición. No se favorece a los pequeños agricultores, afirma el Minam . Además reclama que se cumpla con etiquetar los productos finales que contengan transgénicos, como sostiene el Código del Consumidor. Enrique Larrea. “La producción orgánica es incompatible con los transgénicos ”. Así de contundente es el comunicado enviado ayer por el Ministerio del Ambiente (Minam) , el cual además marca la cancha tras la reciente aprobación del reglamento de bioseguridad agrícola del Ministerio de Agricultura (Minag). Es más, el Minam ratifica que se debe optar por una moratoria para el ingreso de los transgénicos ( organismo vivos modificados ), tal como lo sostuvo el ministro del sector, Antonio Brack, en innumerables oportunidades. Además resalta que en otros países, entre ellos Suiza , que declaró una moratoria de 12 años, han seguido este camino. “El solicitar una moratoria es un acto perfectamente legal con base en los convenios internacionales y en las leyes peruanas”, sostiene el Minam. Asimismo, el comunicado desmiente uno de los estribillos que repiten en coro los defensores de este tipo de cultivos: ‘sin los transgénicos se impide a los campesinos pobres salir de la pobreza’. Perjudica a los agricultores El Minam, como ya lo venían diciendo la sociedad civil y la comunidad científica, afirma que los OVM son propiedad de empresas y, por ende, “no se trata de tecnología fácilmente apropiable por los campesinos, ya que las semillas no son de libre disponibilidad”. “Esto no solo no favorece a nuestros pequeños agricultores, sino que les puede ocasionar una dependencia económica y tecnológica, que la mayor parte de ellos no está en la capacidad de afrontar”, responde el Minam. De este modo, la autoridad del Ambiente rechaza lo expresado por los pro transgénicos. Agrega que en la actualidad la producción orgánica genera crecientes ingresos económicos. Por ejemplo, la exportación de productos orgánicos y naturales superan los US$ 3.000 millones anuales con una demanda en aumento. Agricultura en sus trece Horas después de conocido el comunicado del Minam, el Ministerio de Agricultura (Minag) respondió a su vez con un comunicado en el que asegura que el reglamento de bioseguridad agrícola responde “a la necesidad urgente de regular el uso de la biotecnología moderna (transgénicos) en el sector Agricultura”. Para ello, afirman, se han fortalecido las capacidades del Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA). Sin embargo, como informó este diario, se ha puesto en entredicho la objetividad de la cartera que capitanea el ministro Rafael Quevedo . Esto por la presencia de Alexander Grobman , promotor del ingreso de transgénicos, al que nombraron asesor de esa cartera una semana antes apenas de que se aprobará dicho reglamento. La presencia de Grobman evidencia claramente la posición del Ministerio de Agricultura, pero riñe con lo expresado por decenas de organizaciones de productores agrícolas y una parte importante de la comunidad científica. Además de la posición de los dos partidos que pelean por la presidencia a favor de la adopción de una moratoria.