El 68% de trabajadores en el Perú controla lo que publica en sus redes sociales por miedo a que esto afecte negativamente su carrera profesional o acarreé la pérdida de su empleo. De acuerdo al último estudio de Bumeran y Hiring Room, esto nos ubica como el país con mayor porcentaje en este indicador a nivel regional. Nos siguen Panamá, con 66%; Ecuador, con 65%; Chile, con 61%; y Argentina, con 60%.
Y es que se destaca que las acciones en redes sociales podrían influir directamente en la percepción profesional y en las oportunidades de crecimiento laboral. Frente a ello, el 7% prefiere no utilizar sus redes sociales, mientras que para el 25% de trabajadores peruanos restante, refrenarse en sus redes no es una opción.
“Aunque solo el 41% de trabajadores experimentó o conoció una situación laboral problemática por el uso de las redes sociales, es crucial saber gestionar estratégicamente nuestra presencia para maximizar oportunidades y evitar repercusiones”, explica Dora Pinedo, jefa de marketing de Bumeran Perú.
En ese sentido, el 32% de los especialistas en recursos humanos afirma que la publicación de un trabajador afecta la imagen de la organización y, frente a ello, podrían tomarse medidas que, según la gravedad del incidente, irían desde una conversación informal hasta la rescisión del empleo.
Siendo que un tercio del área de recursos humanos en Perú encontró información controversial en las redes sociales de los trabajadores, el 26% aconsejaría sobre su uso responsable. Mientras tanto, el 21% consideraría la posibilidad de ofrecer capacitación y el 45% implementaría políticas más estrictas con el fin de prevenir situaciones similares en el futuro.
En nuestro país, el 26% de los especialistas de recursos humanos señaló que monitorea las redes sociales de sus talentos. Es decir, casi 3 de cada 10 profesionales del área de captación de personal controla las redes sociales de los empleados. No obstante, más del 70% de los trabajadores de recursos humanos, afirmó que las publicaciones en redes sociales podrían afectar las posiciones en las organizaciones.
En esa línea, el 44% monitorea a toda la organización; otro 44% a personas que, por su rol, representan a la organización, como los voceros; y el 11% a quienes están en cargos directivos.
Enrique Fernández-Maldonado, miembro del Centro de Políticas Públicas y Derechos Humanos (Perú EQUIDAD), enfatiza que se estaría obstaculizando las labores de las organizaciones sindicales.
“En algunos casos estamos hablando de dirigentes que usan las redes sociales para denunciar abusos de las mismas empresas y es que, ante la imposibilidad que tienen de llegar a los grandes medios de comunicación, las redes sociales aparecen como una alternativa de difusión para sus bases y para el público en general”, explica.
Asimismo, señala que estaríamos presenciando la violación de un derecho fundamental que está consagrado en la constitución y en los organismos internacionales y que está, además, directamente relacionado con la libertad sindical: la libertad de expresión.