El último incremento de la remuneración mínima vital (RMV) se produjo en mayo del 2022, durante el gobierno del expresidente Pedro Castillo. En dicho periodo, el salario básico pasó de S/930 a S/1.025, sufriendo un ligero aumento de S/95 que se mantiene hasta la actualidad y que no ha podido contar con una fórmula de consenso en el Consejo Nacional de Trabajo para su revisión técnica.
Este espacio que reúne a representantes del Estado, empleadores y trabajadores tiene pendiente avanzar hacia una política institucionalizada de fijación de la RMV que se respalde en criterios técnicos y diálogo social. Para abordar este tema mencionado en muchas ocasiones por los funcionarios de gobierno, La República conversó con economistas y representantes sindicales al respecto.
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Según la economista y docente de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), Catherine Eyzaguirre, es una responsabilidad constitucional del Gobierno peruano garantizar ingresos adecuados para los trabajadores, de modo que puedan cubrir sus necesidades básicas y mejoren su capacidad adquisitiva en medio del incremento del costo de vida.
"Una de las medidas para mejorar las condiciones de vida de los peruanos es el aumento de la remuneración mínima vital, pero también somos conscientes de que el universo de trabajadores que se verá influenciado por este tipo políticas es reducido. Sin embargo, es una señal de mercado importante que permitiría que la economía siga avanzando de una forma sana, generando mayor capacidad de consumo y un mejor incremento de la productividad de las empresas", sostiene.
Por su parte, Diego Macera, director del Instituto Peruano de Economía (IPE), señala que es necesario encaminar la discusión del aumento del salario mínimo vital con el avance hacia una institucionalización para que este ingreso sea más predecible, tanto en oportunidad como en cantidad. "Se necesita estandarizar más cuándo es que se va a subir la RMV y en qué medida, en vez que la discusión sea respuesta a coyunturas políticas.".
Julio César Bazán, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores del Perú, explica que hay tres factores para aumentar la remuneración mínima vital: la diferencia existente con la canasta básica familiar, el incremento de la inflación y la evaluación del incremento de la productividad, teniendo en cuenta la incorporación de las nuevas tecnologías.
Al respecto, es importante mencionar que desde el 2007 existe en el Consejo Nacional del Trabajo un mecanismo de revisión técnica para que los incrementos porcentuales de la RMV en un año determinado sean equivalentes a la suma de la inflación y la variación porcentual de la productividad media del trabajo en el año anterior.
"Mientras los salarios se mantienen por debajo del contexto prepandemia, el costo de vida se ha incrementado. Entonces, la inflación es un factor muy importante a tomar en cuenta y sumado a ello, como bien menciona la propuesta técnica, hay que incluir la productividad de los trabajadores, ya que si ellos tienen más dinero en el bolsillo, se genera un contexto de reactivación económica que necesitamos", fundamenta Catherine Eyzaguirre.
Desde la otra orilla, Diego Macera refiere que la fórmula de actualización del salario mínimo propuesta por el Consejo Nacional del Trabajo presume que el actual nivel de la RMV es el correcto y que solo se debe ajustar por inflación y productividad, lo cual no necesariamente es cierto.
"El actual nivel de la remuneración mínima vital es 75% aproximadamente de la mediana de la remuneración. En el estándar que sugiere la OCDE es de 50%. Eso te sugiere que el actual nivel de la RMV ya es un impedimento en empresas, probablemente más pequeñas, para tratar de tener más trabajadores contratados. Entonces, una vez que determinemos el nivel adecuado, podemos decidir si se sube o no", sostiene.
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Según refiere Julio César Bazán, de la CUT, la última sesión del Consejo Nacional del Trabajo y Promoción del Empleo (CNTPE) se realizó el jueves 29 de febrero para analizar los pedidos de los representantes de gobierno, trabajadores y empresarios; así como conformar una comisión ad hoc que revise las reglas y garantice las reuniones periódicas de esta instancia que discute la políticas laborales del país, pero que no tiene mecanismos de resolución vinculante.
"Hubo una última reunión en febrero, que desgraciadamente no pudo culminar. Nosotros, cuando intervenimos en representación de los trabajadores, señalamos la necesidad de que un gesto para avanzar en el CNTPE era que se dé cumplimiento de los acuerdos adoptados en la CXI Conferencia Internacional de la OIT, en la que se evaluó el estado de cumplimiento del Convenio de Cumplimiento 187 de libertad sindical en el Perú. Sin embargo, los empresarios se opusieron a ello y el Gobierno se puso de su lado. Finalmente, tuvimos que retirarnos y, desde entonces, no se ha convocado a otra sesión".
A pesar de que el ministro de Trabajo y Promoción del Empleo, Daniel Maurate, refiere la existencia de un compromiso de la presidenta Dina Boluarte para elevar la RMV, este tema no es prioridad en la agenda del CNTPE.
“No lo hicimos el año pasado, porque la economía entró en recesión, y en una situación de recesión no es aconsejable hacer un incremento del sueldo mínimo. El panorama es muy favorable para este año. Ojalá tengamos ese anuncio para 28 de julio (Fiestas Patrias), pero depende de cómo va la recuperación económica”, sostuvo en recientes declaraciones.
Además de Maurate, otro de los ministros que se ha pronunciado recientemente es el titular de Economía y Finanzas, José Arista, quien considera prematuro debatir el salario mínimo, a pesar de que reconoce una mejora en los indicadores económicos de país.
"Pienso que no es el momento de hablar de eso. Tenemos 30% de economía formal y 70% de informalidad; se han notado indicadores de reactivación económica, pero la verdad es que creo que al final de segundo semestre deberíamos estar evaluando esa alternativa, una vez que se haya consolidado la reactivación económica del país", indicó a los medios de comunicación.