Por el Día Internacional de la Mujer, que se conmemora todos los 8 de marzo, es clave advertir las brechas laborales en el Perú. El ingreso promedio de las trabajadoras es de S/1.405, unos S/468 menos que los varones (S/1.873), según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
Los números no solo advierten que el talento femenino tiene menor presencia, sino también es la que más está sometida a la precariedad, desempleo y menores ingresos.
Según Equifax, un 49% de las asalariadas gana menos de S/1.400 mensuales, en especial, las de 65 años o más. Continúan con 21% de representación las trabajadoras con ingresos de S/1.400 a S/2.300, con mayor incidencia en las de 25 a 35 años.
Por otro lado, apenas un 8% de las féminas percibe una remuneración de S/3.300 a S/5.500 y un 2%, de S/5.500 a S/7.200.
El 45%de las mujeres cree que su salario es menor al de los hombres.
Dora Pinedo, jefe de marketing de Bumeran Perú, explica a La República que las mujeres son conscientes de la brecha salarial de género. En su índex del mercado laboral, muestran que la brecha es 16,94% a favor de los varones, ya que el promedio de las remuneraciones de los hombres es de S/3.363 al mes y el de las mujeres, S/2.876.
“No es coincidencia que hombres y mujeres perciban la paridad salarial de manera diferente. Esta discrepancia refleja una desigualdad arraigada en la estructura de nuestra sociedad”, comentó Pinedo.
Por otro lado, el 80% de los varones asegura que no hay una diferencia salarial, lo cual refleja “una opinión diferente sobre la paridad”.
A pesar de percibir menores remuneraciones, el 72% de las mujeres no tiene deudas morosas y un 65% presenta un riesgo crediticio bajo a moderado, lo cual da pie a acceder a financiamiento, aclaran desde Equifax.
No obstante, apenas el 0,3% de las mujeres tiene un crédito vehicular y el 1%, uno hipotecario. Eduardo Bayer, Country director de Equifax, señala que el bajo porcentaje de féminas con créditos hipotecarios y vehiculares “abre la puerta” para el desarrollo de productos financieros especializados a fin de incentivar su participación en la economía, facilitándoles el acceso a la vivienda y vehículo propio.
En otro de los datos crudos, desde Buk advierten que una de cada tres mujeres señala tener poca flexibilidad laboral o la posibilidad de realizarlo vía teletrabajo, siendo esto un factor determinante en la decisión de renunciar.
Además, son las menos favorecidas cuando se trata de pedir un aumento salarial. Tanto varones como mujeres lo piden, con la misma incidencia, pero solo el 35% de las féminas recibe una respuesta positiva, mientras que en los hombres, la tasa es de 45%.