El sector agrario enfrenta la peor crisis en décadas y los más afectados son los pequeños agricultores, aquellos que tienen menos de 10 hectáreas de cultivos y pertenecen a la agricultura familiar. En este grupo, se incluyen a cerca de dos millones de campesinos y producen el 56% de los alimentos que se consume diariamente en el país.
De acuerdo con Eduardo Zegarra, investigador de Grade, esta agricultura es la que más se ha empobrecido y descapitalizado en los últimos tres años, sin que las medidas aplicadas por los sucesivos gobiernos hayan servido de mucho para apoyarla.
Según el experto, el único bono asignado al sector durante la pandemia (bono rural) tuvo severos problemas de cobertura y llegó bastante tarde. Mientras que los bonos para enfrentar la crisis de fertilizantes han ido mejorando algo en cobertura, pero se han orientado de manera inadecuada, pues fueron manejados como un bono social y no productivo.
En ese contexto, Zegarra señala que lo más recomendable en este momento es implementar a la brevedad un bono de capitalización agraria orientado a todos los agricultores y agricultoras registrados actualmente en el Padrón del Productor Agrario (PPA). Esta herramienta, actualmente, tiene un aproximado de 1,9 millones de agricultores registrados, de los cuales aproximadamente la mitad son mujeres.
"El bono debe ser de un monto igual y sin distinciones por agricultor(a) empadronado, digamos de S/1.000, con lo que el costo de la medida asciende a S/1.900 millones", estimó Zegarra en un artículo publicado en la revista Comunes.
En ese sentido, recordó que al FAE Agro en el 2020 se le asignaron S/2.000 millones, de los cuales solo se usaron S/200 millones. "Se puede utilizar los recursos restantes para financiar plenamente este bono, que sería de carácter compensatorio y también productivo, promoviendo que muchos se animen a sembrar un poco más en un contexto climático desfavorable", aseveró Zegarra.
"Un bono de capitalización agraria es una medida crucial para decirle de manera concreta a nuestros agricultores y agricultoras que en nuestra sociedad apreciamos su trabajo y su capacidad de alimentarnos, incluso en las condiciones más adversas", concluyó.