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Economía

Inés Temple: Para hallar trabajo no solo hay que ser buen profesional, hay que tener también carisma, calidez y autenticidad

Inés Temple, presidente de LHH DBM Perú y LHH Chile, fue entrevistada por LR+ Economía, el programa económico de La República, y en esta entrevista entrega los tips y todo que se debe saber para competir en mejores condiciones por un puesto de empleo.

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Inés Temple, presidente de LHH DBM Perú y LHH Chile, entrevistada en LR+ Economía. Foto: Captura. | La República.

PUEDE VER LA ENTREVISTA AQUÍ: Inés Temple en LR+ Economía (03/05/2023)

Hay crisis en el empleo en el país, ¿Qué comentarios tienes de este entorno laboral?

—El entorno nos obliga a tomar conciencia de que tenemos que estar más atentos al nivel de nuestra empleabilidad. Si estamos trabajando qué estamos haciendo, cómo estamos produciendo, cómo estamos contribuyendo para que quieran seguir comprando nuestros servicios. Y si buscamos trabajo o a punto de empezar a buscar uno nuevo, tener claro qué es lo que busca el mercado, qué es lo que nuestro sector requiere en habilidades, en técnicas específicas, en habilidades blandas y procurar tenerlas. También tener una estrategia clara de recolocación, una estrategia de nuestro Linkedin. Las últimas estadísticas en LHH DBM Perú, señalan que el 20% de los ejecutivos se recolocaron a través de contactos y conexiones vía Linkedin y tener una estrategia de búsqueda de empleo clara, una estrategia de marketing personal también muy clara y ordenada.

En este contexto, hay alta movilidad laboral sobre todo en grupos etarios más jóvenes. ¿Qué está pasando en este sector de personas jóvenes que buscan cambios laborales y por qué saltan de un lugar a otro en el empleo?

—Muchos dicen que los jóvenes son los que tienen mayor oportunidad en el mercado laboral. Y en efecto, vemos que saltan demasiado rápido de un trabajo a otro, cambian cada seis meses o cada año y eso puede repercutir negativamente en su capacidad para producir resultados en esos trabajos y se puede generar una percepción de inestabilidad. Pero también las personas de más años, de más de 30, 40, 50 hasta 60 se pueden recolocar si tienen un plan claro para hacerlo. Recolocarse en un trabajo en sí mismo requiere de fe, de determinación y de mucha disciplina, porque es un trabajo en sí mismo y de saber claramente lo que uno quiere hacer, qué te gusta, dónde tienes talento, experiencia, cuáles son tus logros o resultados, cuáles tus fortalezas y habilidades, tus destrezas, porque el mercado es muy competitivo. Sin embargo, hay más éxito en aquellos que van preparados y que tienen una identidad profesional de preparación, de profesionalismo. A mí me pasa que a veces entrevisto gente para funciones en nuestras empresas y hay personas que a la pregunta básica, ¿qué has visto en nuestra página web? Responden: “ah mira no tuve mucho tiempo de verla”. Entonces, digo cómo puedes presentarte a un trabajo cuando ni siquiera sabes lo que hacemos, cuando no puedes establecer una relación entre lo que tú sabes hacer o te gusta hacer y lo que puedes aportar con lo que esta compañía hace o lo que necesita que se haga en el futuro.  Por eso digo que el investigar, el prepararse, es fundamental. Veo gente que no tiene oportunidades porque no hace el trabajo de prepararse adecuadamente.

Hay un punto importante que tiene que ver con la retención del talento. ¿Crees que las empresas están haciendo lo adecuado para retener al talento que justo requieren para crecer, avanzar, y conseguir mayor valor empresarial?

—Algunas sí, otras no.  Las empresas más formales, más corporativas, que tienen un plan establecido, claro, de ser respetuosos, consecuentes e íntegros con sus discursos en relación a sus trabajadores lo hacen. Aquellas que tienen planes de desarrollo, de capacitación retienen muy adecuadamente el talento. Aquellas empresas que maltratan, que no respetan, que no valoran las ideas y el trabajo de su gente a lo que se exponen es a perder a la gente buena y tener que quedarse con personas que están amarradas a la silla por miedo, pero que no necesariamente tienen como foco contribuir o ser muy productivos. Uno siembra lo que cosecha y en el mercado de trabajo las empresas reteniendo o no a los mejores y las personas teniendo oportunidad de trabajar en mejores lugares. Hay mucha gente que trabaja en el sector informal, que como sabemos no ofrece demasiados beneficios y oportunidades de crecimiento porque a veces no se han propuesto firmemente entrar a la formalidad.  Y como te decía, hay que prepararse. Nosotros tenemos, por ejemplo, gratuitamente y sin ningún compromiso en nuestra página web conversatorios, webinars, material, y muchas cosas para ayudar a elevar el nivel de empleabilidad de los peruanos. Es parte de mi misión personal. La gente cuando se prepara consigue los resultados.

Inés Temple, presidente de LHH DBM Perú y LHH Chile. Foto: Difusión.

Cuando se habla de retención del talento tiene que ver también con el clima laboral. ¿Cómo fortalecer el clima laboral, cómo hacer que ese clima laboral sea adecuado para que las personas se sientan cómodas y puedan ofrecer lo mejor de su talento en la empresa?

—Justo publicamos hace pocas semanas un estudio mundial de LHH sobre el futuro del trabajo y ahí se dice que hay varias cosas fundamentales para mejorar la retención del talento. Uno es preocuparnos por el bienestar de nuestros trabajadores, ese bienestar pasa por su salud física pero también mental, de preocuparnos de no recargarlos de trabajo, darnos cuenta que el trabajo es muy importante para pagar las cuentas, nos genera identidad y una comunidad, pero también tenemos vida aparte del trabajo y que las empresas tenemos que saber respetar. Son cosas fundamentales, obviamente, un salario justo o beneficios competitivos, pero preocuparnos porque nuestra gente esté feliz es algo que muchas empresas consideran un lujo innecesario o un lujo que se da en las grandes organizaciones, pero todas las empresas podemos aspirar a escuchar y tratar de entender qué es lo que cada empleado necesita, comprendiendo además que tenemos que darle a los jefes capacitación y herramientas para que sean mejores jefes. Hay que recordar que las personas no renuncian a la empresa, renuncian al jefe y muchas veces los jefes no saben cómo ser mejores jefes.

¿Cuál debe ser la actitud de la persona que perdió el empleo, hay opción para un comportamiento negativo?

—Hay un duelo natural, ya no estás en esa comunidad donde estabas, te sientes rechazado, puedes tener problemas de autoconfianza, eso es natural, es parte del duelo, hay que pasarlo, pero no por tanto tiempo, porque tenemos que mirar adelante. Uno no se puede dar el lujo de pasar mucho tiempo en duelo porque estás viviendo de tus ahorros y es muy caro estar de duelo, y eso significa estar mirando atrás y culpando a la empresa, hablando mal de ella o a personas. Hay que mirar hacia adelante y empezar activamente a dedicar muchas horas al día a prepararnos a investigar quién necesita lo que nosotros podemos aportar, a pulir nuestro Linkedin para tenerlo al 100%, conversando con gente, activando la red de confianza, y no es pedir trabajo a nadie, eso es indigno, genera una percepción de mala calidad de servicio, pero sí tratando de entender donde hay necesidades y que nuestros amigos sepan que estamos en el mercado, en proceso de entrevistas, que estamos preparándonos para nuestro siguiente trabajo y no es que estemos pateando latas ni hablando con pena hacia uno mismo. Estamos para vender servicios de calidad.  

La idea es recobrar el aliento, ser positivos, dejar ese momento de duelo para relanzarse en esa búsqueda de un empleo cada vez mejor…

—A nadie le van a comprar sus servicios por pena, a ninguna persona negativa, agresiva, vengativa de sus anteriores empresas lo van a contratar. Las empresas buscan no solo talento intelectual sino personas amistosas, agradables, colaboradoras, que trabajen en equipo, íntegras, leales. Esas son las virtudes, muchas habilidades blandas, que las personas descuidan y no se preocupan de ellas. Todos quieren trabajar con personas gratas y eso es parte de nuestro esfuerzo, de cómo nos manejamos en la entrevista, pero en general de cuál es la actitud que enfrentamos el mercado laboral.

¿Cómo tiene que ser el CV, corto, largo, qué elementos se debe considerar al momento de mostrar las habilidades y competencias para el cargo al que se postula?

Los CV tienen que ser cortos, una página o página y media máximo, si eres un súper gerente general máximo dos. No se pone foto, no se pone referencias, no se pone los documentos, es un documento donde estás diciendo lo mejor de ti, sin arrogancia, sin adjetivos calificativos, pero sobre todo que sea explícito en las funciones que te encargaron y cómo cumpliste esa responsabilidad, cuáles fueron los resultados, los logros, cuáles son las cifras, los porcentajes, los aumentos, las reducciones, lo que sea que te encargaron para mostrar que cumpliste muy bien el encargo. En mi caso, soy presidente de esta compañía y que me hayan encargado la presidencia es bueno porque alguien confío en mí,  pero ¿qué hice como presidente de la compañía?, ¿cuánta es la satisfacción de los clientes?, ¿cuánto mejoró el clima laboral en la organización?, ¿cuánto fue el impacto de nuestros servicios en las personas? Son esas cifras las que le dan credibilidad al CV y la que sostienen mis fortalezas o mis habilidades. Hay que recordar que sin data no hay relato.

Y si quien recluta personal ya vio tu CV y te cita, ¿cuál es la impresión que se tiene que dar en la entrevista para un nuevo trabajo?

—Mucha gente va a la entrevista de trabajo pensando que está yendo a un examen, donde va a tener que responder preguntas difíciles entonces se ponen súper nerviosos. Lo principal es que tienes que haber investigado a la empresa, sus servicios, sus productos, su gente, su cultura desde cómo se viste, y donde están ubicados para no llegar tarde. Luego pensar que no es una entrevista, es una reunión de negocios donde ambas partes evalúan la posibilidad de trabajar juntos porque tú también quieres saber si vas a poder trabajar en la empresa, si vas a poder alinearte a su cultura, si te gustan sus valores, si el propósito o la misión van contigo. Se tiene que mantener una conversación fluida donde podamos saber rápidamente cuál es el reto que tiene la posición, el cargo, el sector, la empresa en ese momento dado, cuál es la prioridad, qué es lo que tendríamos que hacer primero de ocupar el cargo, cuál es el perfil que buscan porque mientras antes sepas las respuestas a esas preguntas vas a poder presentar los logros para el reto que ellos tienen o para la prioridad que tienen, tus fortalezas adecuadas al perfil que buscan. Es una conversación amistosa donde primero tienes que establecer la relación con la persona, que la persona pueda confiar en ti, si confían en ti quieren escuchar tu mensaje, lo que quieres decir, pero si de entrada estás frío o distante o rígido o duro, no generas confianza porque no hay calidez que emana de ti y las palabras salen por ambos oídos y no va a quedar nada. Entonces, primero hay que establecer la relación de confianza, que se establece a veces en segundos pensando que no podemos hablar al rol, es clave para que luego escuchen lo que queremos decir.

¿Qué imagen se debe proyectar tanto en el mundo real como en el mundo virtual porque todos tenemos la posibilidad de estar en las redes sociales? ¿Cómo debe ser esa actitud y esa imagen coherente entre el mundo real y el mundo virtual?

—Mira yo sé que la palabra que te voy a decir va a ser un poco sorprendente, pero uno tiene que ser carismático. El carisma no nace con uno, se aprende. La calidez genera confianza y esa imagen tiene que ser más auténtica, lo más normal posible, lo menos impostado. Alguien que habla con la voz impostada no convence o que tiene un lenguaje artificial. Uno tiene que ser natural, auténtico, vulnerable si es necesario, es decir, ser uno mismo. Eso genera mayor credibilidad y si eres cálido, auténtico y además estás más relajado puedes usar hasta el humor para establecer la química con la persona que tienes por delante. Porque si estableces ese click, esa química, las cosas fluyen, tú estás cómodo, la persona está cómoda y la relación se da y muchas veces se mejora las posibilidades de que seas el candidato escogido, nadie te lo garantiza, pero las posibilidades mejoran.

Significa entonces que no basta con la experiencia o ser el más preparado en el sector para lograr el puesto de trabajo, hay que pensar siempre en esas habilidades blandas.

—Siempre le pregunto a los expertos más importantes del país, qué hace que una empresa seleccione a uno de tres porque si los tres de esa terna están igual de calificados, son igual de buenos, sus referencias están bien chequeadas, su data y documentación también y al final dicen que es con aquella persona que siento con la que voy a poder trabajar mejor, que encajara mejor con nosotros, aquella persona con la que me llevo. ¿por qué vas a querer trabajar con alguien con el cual no te llevas? sería como un haraquiri profesional, que te va a caer mal. Obviamente, tiene que tener las habilidades, las destrezas, la experiencia, pero cuando ya eso está aprobado lo siguiente es el lado humano, el me caes bien o no. Suena como injusto, pero es real, por eso la calidez, el carisma, la autenticidad pasan a ser factores de competencia muy importantes.

¡Cuáles son los tips a la hora de buscar empleo?

  • Determinación al conseguirlo, a no tirar la toalla.
  • Disciplina para prepararte mucho y a conciencia.
  • Trabajar a fondo tu Linkedin.
  • Saber claramente qué quieres hacer, conocer tus fortalezas.
  • Poder presentar tu historia de vida en 2 minutos.
  • Conocer bien tus debilidades y saber cómo presentarlas sin dispararte a los pies.
  • Hacer un CV corto, pero muy efectivo.
  • Trabajar mucho con tus redes de confianza. Las personas que te conocen no te van a conseguir trabajo, pero van a estar atentas donde haya oportunidades y te van a referir, te van a pasar la voz para que puedas hacer el trabajo y llevar ideas creativas.
  • Mostrar que tienes ganas, pasión, ganas de ese trabajo no por la plata que te van a pagar sino por el servicio, porque te gusta el tema, la empresa, la cultura, lo que sea.
  • El brillo en los ojos que uno pueda transmitir en una entrevista de trabajo es lo más vendedor que puede haber. Y ese brillo en los ojos sale de un interés genuino, de pasión, y de ganas de hacer bien el trabajo.

PUEDE VER LA ENTREVISTA AQUÍ: Inés Temple en LR+ Economía (03/05/2023)