Con información de AFP
Los grandes bancos de Estados Unidos, tras el aumento de tasas y la volatilidad del mercado, tuvieron sólidos resultados en el último trimestre del 2022. No obstante, para estos meses prevén un deterioro de la economía. Además, han reservado dinero para hacer frente a posibles incumplimientos de sus clientes.
En esa línea, JPMorgan Chase —uno de los bancos más grandes EE. UU.— consideró que el escenario más probable, a partir del cuarto trimestre del 2023, es una “recesión moderada”, mientras que Citigroup y Bank of America han mencionado un “deterioro” de las perspectivas. Por su parte, Wells Fargo proyectó un entorno económico “menos favorable”.
Dado este panorama, las entidades financieras subieron sus reservas para hacer frente a la posible eventualidad de que sus clientes no puedan pagar sus deudas. En total, fueron 1.400 millones de dólares en el caso de JPMorgan Chase, 640 millones de Citigroup, 403 millones en Bank of America y 397 millones para Wells Fargo.
Pese a ello, en el último cuarto del año anterior siguieron obteniendo ganancias, aunque en algunos casos fueron menores con relación al 2021. Asimismo, el beneficio neto aumentó en el cuarto trimestre 6% a US$11.000 millones para JPMorgan y 2% a US$ 6.900 millones para Bank of America.
En cambio, cayó 21% a US$2.500 millones para Citigroup y 50% a US$2.900 millones para Wells Fargo.
Cabe señalar que la economía estadounidense “actualmente se mantiene fuerte, con consumidores que siguen gastando su dinero y negocios saludables”, estimó el número uno de JPMorgan, Jamie Dimon.
Sin embargo, aún existe incertidumbre sobre los “efectos últimos” de las tensiones geopolíticas, como la guerra en Ucrania, la vulnerabilidad de los mercados de energía y alimentos, la inflación y la subida de tasas de referencia iniciada por el banco central estadounidense, agregó. Es así que mantiene una postura “vigilante” y se prepara “para todo”.
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A excepción de Wells Fargo, el volumen de negocios de los grandes bancos estadounidenses creció, en particular gracias al incremento de los ingresos por intereses, impulsados, a su vez, por el crecimiento de tasas empezado en 2022 por la Fed con el fin de poner freno a la alta inflación.
No obstante, la subida de las tasas también tiene efectos negativos, como el de disuadir a algunos hogares de embarcarse en la compra de un inmueble. Es así que las actividades de los bancos en los mercados financieros, que fueron particularmente agitadas en el cuarto trimestre, se mantuvieron bien.