El Instituto Peruano de Economía (IPE) dio a conocer el Índice de Competitividad Regional (INCORE 2022). En este estudio se evalúa la posición relativa de las 25 regiones mediante 40 indicadores agrupados en seis pilares de competitividad: Entorno Económico, Infraestructura, Salud, Educación, Laboral e Instituciones.
De acuerdo con el informe, Lima Metropolitana y Callao se mantienen como las regiones más competitivas del país al ocupar el primer lugar en los pilares Infraestructura, Salud y Laboral, así como el segundo en entorno Económico y Educación.
En contraste, Loreto se mantiene como la menos competitiva del país por segundo año consecutivo. La región se encuentra última en el pilar Salud, penúltima en Educación y entre las cuatro menos competitivas en los pilares Entorno Económico e Infraestructura.
Además, se ubica en los dos últimos sitios en 14 de los 40 indicadores analizados. Asimismo, es la segunda región con brecha de género en ingresos laborales más baja.
Cajamarca fue la región de mayor evolución en el Incore 2022 al escalar tres posiciones, seguida de Pasco y Puno, que escalaron dos posiciones.
Así, subió del puesto 22 al 19, con lo que dejó de ser una las cinco menos competitivas del país por primera vez en ocho años. Mejoró cuatro posiciones en el pilar Salud, debido a la notable recuperación en el ritmo de vacunación básica de menores.
En el indicador fuerza laboral educada pasó, en el último año, de la posición 25 al puesto 20. No obstante, descendió una posición en el pilar Instituciones por el lento avance de la ejecución de la inversión pública.
Por su parte, Pasco ascendió del puesto 20 al 18. El resultado estuco impulsado por el mejor desempeño en el pilar Infraestructura, favorecido por un importante aumento del acceso de los hogares a electricidad, agua y desagüe, así como de la red vial pavimentada o afirmada.
Además, subió tres ubicaciones en el pilar Laboral, debido a un menor incremento de la brecha de género en ingresos laborales.
En contraparte, Ucayali fue la región que más retrocedió y cayó cinco posiciones desde el puesto 18 al 23. Descendió en los seis pilares estudio, resaltando el retroceso de puestos en el pilar Laboral, por la fuerte reducción del porcentaje de fuerza laboral educada y el aumento de la brecha de género en la participación laboral.
Asimismo, bajó dos posiciones en los pilares Entorno Económico, Infraestructura y Educación debido al menor avance en la tenencia de cuentas de depósito, el incremento del precio promedio de la electricidad y una mayor tasa de analfabetismo.