A un mes y medio de que el Gobierno exoneró del IGV al pollo, pan, huevos frescos, azúcar y pastas alimenticias, “el efecto hasta ahora ha sido poco” en el precio final de estos productos, afirmó el presidente del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), Julio Velarde.
De acuerdo con el banquero, el impacto reducido de la medida es resultado de que “gran parte de la comercialización (de estos alimentos) es informal”.
“En los supermercados hay una reducción importante, al menos temporal, en el precio de algunos productos, pero en mercados casi no se ha notado esa reducción”, comentó durante la presentación del último reporte de Inflación.
Además, agregó que esta disposición “probablemente no sea la más adecuada” para atenuar el impacto del alza de precios en la economía de las hogares menos favorecidos.
Frente a ello, Velarde sugirió apoyar directamente a las familias más vulnerables a través de transferencias mejor dirigidas, apoyo a los comedores populares y ollas comunes.
Ante la posibilidad de la entrega de un nuevo bono para mitigar el alza de precios, el funcionario destacó que estos deben ser focalizados. Enfatizó que los expertos coinciden en este punto.
“Los bonos tienen que ser focalizados, dirigidos a las familias más afectadas, a los más pobres, a los que está golpeando más esta alza de precios, más que bonos indiscriminados”, mencionó.
Justamente sobre este punto, en la primera semana de junio el ministro de Economía y Finanzas, Oscar Graham, anunció que el Ejecutivo prepara un bono alimentario orientado a los peruanos más afectados por la escasez de fertilizantes y la inflación global.
Inflación: ¿Cómo afecta el alza de los fertilizantes al precio de los alimentos?
“Queremos cubrir de cierta forma sus necesidades y mitigar el impacto de los precios altos de los alimentos”, señaló.
El titular del MEF indicó que su sector está trabajando en el cálculo de este subsidio y que próximamente se tendrían las listas de beneficiados.
La inflación de Perú a mayo del 2022 tuvo una aceleración interanual de 8,09%, según datos del BCRP. Sin embargo, aunque la cifra se encuentra muy por encima del rango meta (entre 1% y 3%), es menor a las cifras registradas en otros países de la región como Brasil que alcanzó 11,7%, Chile (11,5%) y Colombia (9,1%).
El resultado al quinto mes del año estuvo impulsado por el mayor precio de los alimentos y energía que subieron 12,71%. La inflación en este segmento se vio afectada por la invasión de Rusia a Ucrania que elevó a niveles récord el precio de algunos commodities.
Así, en lo que va del año la cotización internacional del gas natural subió 126,7%, seguido por la gasolina 87,6% y el petróleo WTI 49,8%. En el caso de los alimentos, el trigo se encareció 42%, el maíz (24,5%) y el aceite de soya (19%), de acuerdo con el BCRP (ver infografía).
La autoridad monetaria proyecta que la inflación para el 2022 se ubique en 6,4 %. Esto como consecuencia del “incremento de los precios de los bienes importados y el impacto de la depreciación ejecutada”.
Además, prevé regrese al rango meta en el tercer trimestre del próximo año, cerrando el 2023 en 2,5%.
El presidente del BCRP también indicó que la escasez de urea podría traer problemas en producción agrícola, principalmente en el último trimestre de este año.
En producción, en el año se notaría poco, pero en el cuarto trimestre se espera que en los cultivos como arroz y papa pueda haber una caída alrededor del 10%. En otros cultivos, menos importantes, la caída podría ser algo mayor”, comentó.
“Vamos a ver cómo evoluciona. Todavía hay posibilidad de conseguir estos fertilizantes. Va depender de la reacción del Midagri, y también de los privados”, agregó.
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