En el país hay alrededor de 7 millones de emprendedores que están haciendo empresa en la informalidad, según la Asociación de Emprendedores del Perú (ASEP). Para el abogado tributarista Miguel Carrillo, esto se debe sobre todo al desconocimiento de las obligaciones tributarias.
Por ejemplo, Renato Gordillo, quien lanzó su emprendimiento Renacer Chocolatier en el 2020, cuenta que después de casi un año decidió formalizarse. “Perdíamos bastantes clientes, sobre todo los corporativos, porque no dábamos factura”, recuerda.
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Agrega que el aprendizaje al inicio no fue fácil, pero ahora que tiene más orden puede tomar mejores decisiones.
“La parte más complicada tal vez ha sido el tema contable. Cuando empecé solo me preocupaba de que me ‘yapeen’ o me depositen y se acabó. Pero es todo un proceso logístico y de registro. En los primeros meses perdí dinero porque no conocía cómo funcionaba el crédito fiscal. Sin embargo, todo esto me ha ayudado a tener las cuentas claras en mi negocio y no tener inconvenientes a futuro”, afirma Renato.
Lo primero que debe conocer el empresario son los regímenes tributarios que existen.
“El primero es el nuevo RUS, para pequeños negocios como las bodegas. Luego está el Régimen Especial (RER) que permite acogerse, de acuerdo a la actividad económica, si los ingresos no superan los S/ 525.000 al año. El Régimen MYPE Tributario (RMT) permite acogerse mientras uno no supere los 1.700 UIT en el año (S/ 7 millones 820.000); y por último está el Régimen General, que no tiene ningún límite”, explica el especialista.
Para un nuevo emprendedor, Carrillo recomienda iniciar en cualquiera de los tres últimos porque le permiten la emisión de boletas y facturas.
“La formalidad siempre es un costo al inicio, pero genera mayores ganancias en el futuro”, señala.
Mypes. Foto: SNI
“Cuando uno ya es formal viene el problema de mantenerse, porque hay muchas normas que no conocemos, por lo que se comenten errores que terminan en multas”, explica Fernando Calmell, presidente de ASEP, quien señala que, para una persona que recibe ingresos de S/ 1.500 al mes de su negocio, una multa de 1 UIT lo lleva a la quiebra.
“El problema es que las leyes de formalización están hechas para ser cumplidas por empresas grandes, que tienen una temporalidad constante. La mayoría de empresas del Perú no la tiene”, apuntó.
El representante de ASEP señaló que proponen la “formalización inversa”, que es una simplificación de las normas para que puedan ser seguidas por personas que no están especializadas en contabilidad, como la mayoría de emprendedores y mypes.
Agrega que el primer paso debe ser permitir a las empresas inscribirse de forma gratuita. Así el Estado puede conocer qué empresas están funcionando y dónde.
Las personas normalmente buscan comprarle a quien emite factura o boleta. “Cuando una empresa no emite estos comprobantes, genera una desconfianza sobre el producto o servicio que ofrece”, afirma el tributarista Miguel Carrillo.
Uno de los beneficios que brinda la Sunat es el ‘IGV Justo’, un mecanismo que permite a las mypes con ventas anuales de hasta 1.700 UIT prorrogar el pago del IGV hasta por tres meses.
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Carrillo recuerda que la norma permite a las empresas deducir todos los gastos como marketing, publicidad y contratación de personal, entre otros.
El especialista recomienda evitar multas por motivos mínimos, como olvidarse de presentar su declaración dentro del plazo.
Miguel Carrillo, abogado tributarista
“El Estado debe informar más sobre lo que está haciendo con lo recaudado a nivel de empleo, puestos de salud, educación, y otros, porque la naturaleza del impuesto es que beneficie a todos”.
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