Una publicación de Cinco Días, el diario económico de El País de España, asegura que el peso argentino vale más fundido que como medio de pago en Europa, debido a la fuerte devaluación que ha sufrido en los últimos años y el repunte que han tenido algunos metales que componen la moneda durante la guerra entre Rusia y Ucrania.
Según el artículo especializado, el conflicto bélico influyó en el valor de las materias primas como el níquel, un metal presente en el peso argentino de acuñación antigua (la nueva familia de monedas que se lanzó en 2018 está hecha, sobre todo, de acero). Otro metal presente en las monedas argentinas y que se busca para su fundición es el cobre.
Este material también sufrió un fuerte incremento en su precio el pasado 7 de marzo, para luego volver a bajar. Sin embargo, a diferencia del níquel, el cobre vale menos hoy en día: apenas supera los US$ 9.000 por tonelada que a comienzos de año, cuando rondaba los US$ 9.700.
“Si se busca en redes sociales como Facebook o webs de comercio electrónico como Mercado Libre, se pueden encontrar publicaciones en las que se anuncia la compra de pesos argentinos por encima del valor nominal de dichas monedas. Hay anuncios que, por ejemplo, ofrecen pagar tres pesos por una moneda de un peso, o cuatro pesos a cambio de una moneda de dos. Otros, por ejemplo, ofrecen comprar cantidades de monedas por kilo”, señala el documento.
En esta misma línea, Juan Ruiz, de BBVA Research, explicó para El País que el material del dinero circulante en un país termina valiendo más que el valor nominal en economías cuando pasan por un periodo prolongado de alta inflación, como el caso de Argentina.
“Especialmente en el caso de las monedas, el valor del metal aumenta según su precio internacional, mientras que el valor nominal de esas monedas no cambia. El proceso de incremento de precio internacional de las materias primas, que observamos recientemente, también acelera ese proceso de desaparición del circulante en monedas”, sostuvo Ruiz.
Argentina finalizó el año pasado con una inflación del 51,4%, según los datos ofrecidos por el Indec (Instituto Nacional de Estadística y Censos), un alza de precios que ha continuado acentuándose durante este año hasta cerrar abril con una inflación interanual del 59%.