A poco de cumplirse un mes de las manifestaciones del sector agrario lastradas por el incremento de los precios de los fertilizantes, Óscar Zea, titular del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), anunció que su despacho sostuvo reuniones con empresarios chinos y coreanos para instalar una planta productora de fertilizantes en un plazo de dos años.
En diálogo con TV Perú, el líder del sector reveló que estos encuentros se realizaron durante las negociaciones de compra de urea que el Perú busca concretar con Bolivia. Si bien Zea admitió la necesidad inmediata de adquirir las sustancias, resaltó que nuestro país debe poseer su propia industria petroquímica, debido a que las importaciones de los nutrientes agrícolas podrían verse limitadas en los próximos meses ante la persistente alza de los mismos.
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“Si queremos comprar (fertilizantes) podemos tener limitaciones porque los costos van elevándose, entonces como país yo creo que requerimos de la planta. Es una necesidad (…). Se ha tenido reuniones con empresarios coreanos y chinos, ellos tienen experiencia de hacer estas plantas en diferentes países, y realmente nos ha convencido. Hemos conversado ya con el presidente, con los ministros y con los funcionarios del Midagri”, declaró Zea.
La presencia de los hombres de negocio en el país debe concretarse en los próximos días, para que el Gobierno “tome una decisión y se inicie con el proyecto”.
“La planta estaría lista en un promedio de dos años, ellos (empresarios) nos han indicado que debe tratar de hacerse lo más breve, sobre todo si nosotros tenemos gas natural y la roca fosfórica de Bayóvar y Cachimayo como insumo”, señaló.
Debido a la ausencia de energía barata, el Perú dejó de producir fertilizantes desde 1980, cuenta Sady García Bendezú, docente de la Universidad Agraria, puesto que “el petróleo se importa y la electricidad es cara”. Sin embargo, el también investigador reconoce que la presencia del gas natural hace viable dar luz verde a la planta. “Es pertinente aclarar que no todos los fertilizantes se obtendrían en una misma fábrica”, precisa García.
Al detalle, producir fertilizantes nitrogenados como urea y nitrato de amonio requiere de una planta de US$ 850 millones; otra para los fosfatos de Bayóvar demandaría otros US$ 800 millones. Es decir, en cálculos del catedrático, este tipo de construcciones implicaría un desembolso de entre US$ 750 Y US$ 900 millones y tendría que edificarse entre Nazca y Melchorita por su cercanía al gasoducto.
García Bendezú asegura que Perú importa 1,5 millones de toneladas de fertilizantes. Del total, el 60% y 70% corresponden al nitrato de amonio, urea y sulfato de amonio.
En enero del 2022, el Midagri solicitó un estudio de viabilidad de la planta al IICA. Rómulo Antúnez, viceministro de Infraestructura, dijo a La República que el diagnóstico estaría listo a fin de mes.