Venezuela ya vive su tercera conversión monetaria en lo que va el siglo 21 a causa de la hiperinflación que comenzó en 2017. Con una economía en crisis, el (antiguo) bolívar se cambia a 4.181.781 unidades por cada dólar, y su billete de 1 000 000 (el de más alta denominación) tiene una capacidad nula de compra. Con la eliminación de seis ceros al valor nominal del bolívar, el Banco Central de Venezuela (BCV) ya ha suprimido 14 ceros en los últimos 13 años.
La nueva conversión monetaria implica que por cada millón de bolívares soberanos, se obtendrá un bolívar digital. Es decir, se borrarán seis ceros de las cantidades anteriores. Por tanto, el nuevo billete de cien bolívares digitales sería del mismo valor que el de cien millones de los antiguos bolívares soberanos.
Lo que no cambia es la tasa para adquirir otras monedas. Por lo tanto, si actualmente se cambian 4.181.781 bolívares soberanos por cada dólar, ahora se comprarán 4,18 digitales por cada unidad de la moneda estadounidense.
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La nueva denominación de la moneda venezolana (bolívar digital) no es una criptomoneda y tampoco es de uso únicamente virtual. Será como el dinero usual y tendrá monedas de un bolívar y billetes de cinco, diez, veinte, cincuenta y cien.
Además, durante un periodo de tiempo todavía no confirmado, convivirán con los billetes anteriores, (con valor actualizado) para facilitar las transacciones. Es decir, los bolívares actuales podrán seguir siendo utilizados en compras, pero valdrán un millón de veces menos que lo que dice en papel.
En las horas previas a la conversión monetaria, aunque el dólar siguió estable en las cotizaciones oficiales del BCV, en las casas de cambio paralelas se dispararon de 4,3 millones de bolívares por dólar a más de 5 millones.
Igualmente, muchos comercios en Caracas limitaron las transacciones en bolívares, en su inmensa mayoría con tarjetas de débito o transferencias bancarias debido a la escasez de efectivo y por temor a problemas futuros con la nueva conversación.