La economía viene mejorando comparado a cuando se inició el confinamiento por el COVID-19, sostiene el economista Elmer Cuba. Pero aún no a niveles previos a la pandemia, precisa. El actual enfrentamiento político, añade, puede afectar las expectativas empresariales en el corto plazo.
¿Cómo se viene comportando la economía?
Viene tal cual se planificó a mediados de marzo, cuando el Ejecutivo decidió inducirla a una recesión para ganar tiempo, para que la salud pública estuviera lista para enfrentar el coronavirus. Se siguió reiniciando la economía, se entró a una fase 3 a mediados de julio. Cada mes estuvo mejorando (la economía) respecto al mes anterior. Esperamos que caiga el PBI de julio un 10 %, frente a la caída de abril, de 40 %. Ahora en setiembre, la disminución debería ser cerca del 7 %.
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¿Cuál es el efecto que ocasionaría una crisis política como la que viene sucediendo?
El efecto es en el corto plazo. Las actividades económicas venían mejorando y se esperaba que siga así hasta diciembre. Eso se puede detener si la crisis política llega a mayores. Puede llevar a atrasar decisiones de inversión, que paren por un tiempo.
¿En el lado financiero?
En el frente financiero, Perú es muy fuerte y no hay efectos mayores, más que una variación de algunos centésimos de dólar, que en otros países hubiese sido una fuerte devaluación. También en riesgo país serían 4 o 5 puntos básicos (el impacto), casi imperceptibles.
Un eventual cambio de gobierno este año aumentaría la incertidumbre en las expectativas empresariales.
Sí, pero a muy corto plazo, porque las expectativas para el próximo año son buenas. Se espera un año con vacunas –a mediados de año– y que no haya cuarentena en el 2021. Las expectativas de mediano plazo no fueron deterioradas, en el que también se espera un nuevo gobierno. Pero sí se deteriorarían las de corto plazo, de cómo se espera la economía a diciembre.
¿Hubo un impacto inmediato?
Aún si Vizcarra continúa en el poder, ya se perdieron las expectativas, porque la gente lo ve con otros ojos: a un Congreso bastante agresivo. Se degradó más la poca institucionalidad que teníamos. Sería peor para la economía un cambio de ese tipo.
¿Se movería por unos meses la reactivación?
Pero en el corto plazo, porque entramos en campaña electoral. En noviembre será más importante lo que digan los candidatos. La economía se mueve en base a expectativas del futuro. Si esto hubiese sido a inicios de gobierno, cambiaba la situación, porque el horizonte es más largo. Ahora las elecciones están convocadas para abril. Los efectos negativos son menores que hacer una vacancia a inicios de gobierno.
¿Qué tanto cambia la percepción de un Congreso que vaca a un presidente a un cambio de mando regular?
Se verá como lo que es: el Congreso toma el control. Pero el Parlamento, en la parte económica, ha mostrado ciertas inclinaciones populistas. Ese Congreso, con fuerte sesgo populista en lo económico, que tome el control del Ejecutivo genera más temor en el mercado.
¿Qué comportamiento tuvo la economía cuando renunció Pedro Pablo Kuczynski?
Cuando él salió, no pasó casi nada con el dólar, el riesgo país mejoró un poco y la bolsa subió. Los indicadores de alta frecuencia no fueron afectados. Ahora, la bolsa, el riesgo país ni el dólar se mueven tanto por la crisis. Más se golpea a las expectativas de los inversionistas que están a punto de invertir y deciden esperar a que se aclare. Eso sí se deteriora. Se observa en un crecimiento más lento.
Aún no habrá recuperación económica y la caída fue profunda.
Todavía falta la fase 4 y seguiría cayendo la economía por un tiempo, porque el turismo internacional se vino a cero y eso golpeará todavía un año más. El confinamiento económico fue muy severo y costoso. No se utilizó bien el tiempo perdido en la parte sanitaria. Se lanzó el plan Reactiva Perú, los bonos, entre otros. Pero para todos los fines, la economía está mejorando.
¿En el empleo?
Las cifras espantosas son hasta julio. Entre agosto y setiembre se viene recuperando el empleo. No es una panacea, no estamos al mismo nivel de febrero. Se perdieron muchos empleos formales, se generaron puestos de trabajos informales y cayeron los salarios. Es un desastre, pero la economía, semana a semana, viene en plan de mejora.
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