La economía nacional se contraería en dos dígitos este año, afectado por la pandemia de la COVID-19, indicó Waldo Mendoza, docente de Economía de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) y exviceministro de Hacienda.
En conferencia virtual “Perspectivas económicas empresariales” de Centrum PUCP, y basándose en estimaciones de especialistas económicos, indicó que el escenario optimista es una caída del 10% en el Producto Bruto Interno (PBI), mientras que el escenario pesimista refleja una caída del 20%. “En una de esas, la caída del PBI va a ser durísima”, comentó.
Explicó que esta caída se debe a que “se ha juntado el choque externo más grande de los últimos 150 años con el choque interno que nunca hemos visto. Va a tener una gran implicancia en el Perú”. Junto con ello, explicó que entre el 85% a 90% de las crisis económicas en el país “han tenido un origen internacional”.
Añadió que la recaudación este año podría disminuir entre 15% a 25%, mientras el gasto público subiría en 4% a 6%. “Por lo tanto, vamos a terminar con un déficit fiscal con dos dígitos”, expresó.
Asimismo, estimó que la deuda pública subiría entre 7 o 8 puntos del PBI.
Con ello, indicó que el Estado estará enfocado en volver a constituir su patrimonio fiscal, sosteniendo que “la historia de la fortaleza fiscal ya es pasado”.
Por lo que señaló difícil que la reactivación económica provenga del Estado, el que consideraría indispensable a todos los sectores. “Nos puede tomar varios años llegar al punto de partida", acotó.
Kurt Burneo, profesor de Centrum PUCP, señaló que el programa Reactiva Perú beneficiaría más a las grandes empresas que a las micro y pequeñas empresas (mypes).
“La concentración de los fondos está del lado de la gran empresa. (...) La participación de la mype es absolutamente marginal. Este programa ha servio para apuntalar financieramente a las grandes empresas y esa no era la idea del gobierno”, expresó.
Asimismo, señaló que un mayor créditos a las grandes empresas puede implicar una “tentación" para estas compañías, ya que utilizarían este crédito recibido con una tasa de interés baja “para poder pagar esa deuda cara y se quedan con una deuda barata. Ahí no hay un incremento efectivo de recursos para la inversión, sino que solo se produjo un cambio (de deuda) nada más”.
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