Nunca está de más comprobar con antelación el precio de los productos que uno quiere comprarse en periodos de rebajas. Así se puede evitar que la cuantía pagada por el artículo sea realmente inferior a la usual.
Este principio también se aplica a celebraciones de comercio con nombre propio, como es el caso del Black Friday (Viernes Negro), que se celebra el próximo viernes 29 de noviembre.
Y es que, tal y como advierte la Organización de Consumidores y Usuarios, muchos comercios no reducen el valor de sus mercancías durante estas fechas a pesar de que la apariencia de los productos o tiendas indiquen lo contrario.
Solo en España, por ejemplo, el año pasado, mientras el 37,1% de los precios de los artículos analizados por la organización sí eran más baratos, un 22,2% eran, sin embargo, más costosos.