La economía de Estados Unidos confirmó este jueves su ralentización al registrar un avance a un ritmo anual del 2% en el segundo trimestre de 2019, una décima por debajo del cálculo preliminar oficial para ese período, informó hoy el Gobierno.
En el primer trimestre del año, la economía estadounidense había registrado un crecimiento del 3,1%.
Asimismo, la inversión fija empresarial se redujo 1,1% y las exportaciones bajaron más de lo previsto: del 5,8% previo al 5,2%.
Sin embargo, el gasto de los consumidores, que supone dos tercios de la actividad económica, aumentó 4,7% en el trimestre frente al 4,3% del cálculo previo. Los beneficios empresariales crecieron un 4,8%, lo que significa la mayor alza desde el primer trimestre de 2018.
Ante las creciente dudas globales, los consumidores son los que están tirando de la actividad económica mientras que los negocios parecen haber pulsado el botón de pausa.
El presidente estadounidense, Donald Trump, llegó a la Casa Blanca con la promesa de llevar al país a un crecimiento sostenido por encima del 3% anual, algo que por ahora no ha cumplido.
Para ello aprobó una multimillonaria reforma fiscal que incluyó notables disminuciones de impuestos para las empresas y, en menor medida, para los trabajadores.
La cifra de crecimiento se da a conocer días antes de que la Reserva Federal (Fed) celebre su próxima reunión de política monetaria, los días 17 y 18 de septiembre, tras la decisión en su encuentro de comienzos de verano de rebajar los tipos de interés al rango de entre 2% y 2,25%, el primer recorte del precio del dinero en casi una década.
La Fed argumentó su decisión ante las señales de debilitamiento de la economía global, especialmente en Europa y China, y apuntó que se trataba de asegurar que la expansión se prolongue.
Pero la economía estadounidense ha dado señales dispares sobre su estado. Por un lado, el mercado laboral mantiene su solidez, con una tasa de desempleo por debajo del 4%, en niveles no vistos en medio siglo. Sin embargo la inflación sigue contenida y por debajo de la meta anual del 2% marcada por la Fed.
Asimismo, la guerra comercial desatada con China por el proteccionismo comercial del presidente Trump, ha aumentado la preocupación entre los empresarios, con multimillonarios aranceles tanto a la exportación como a la importación.
En apenas dos días, el 1 de septiembre, aumentarán de nuevo los aranceles a decenas de importaciones procedentes de China del actual 10% al 15%, en un nuevo capítulo de las tensiones entre las dos mayores economías mundiales.
Trump ha vuelto a poner a la Fed en la diana al renovar su críticas al banco central estadounidense para que baje los tipos e impulsar la actividad económica.
Minutos después de conocerse el dato del PBI del segundo trimestre, el mandatario atacó hoy de nuevo al organismo dirigido por Jerome Powell.
“¡La economía lo está haciendo fenomenal, con tremendo potencial al alza! ¡Si la Fed hiciese lo que debe hacer, somos un misil!”, afirmó en su cuenta de Twitter.
Los mercados financieros abrieron la jornada con optimismo tras conocerse el dato, y el Dow Jones de Industriales, el principal indicador de Wall Street, registraba un rebote del 1,13 % poco después del sonido de la campana.
Las últimas previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI), presentadas en julio, situaron el crecimiento estimado para la primera economía mundial en el 2,6 % para este año.
EFE