La incertidumbre generada por la escalada de la guerra comercial y la devaluación del yuan, los inversores movieron sus capitales esta semana buscando refugio en monedas duras como el yen japonés, el dólar estadounidense o el franco suizo. Incluso, otros compraron oro para protegerse de la volatilidad (que está marcando máximos desde 2013), advirtió el potal de la BBC.
“China deprecia su moneda y genera un movimiento global de aversión al riesgo”, le dijo a BBC Mundo Federico Furiase, economista director de la consultora Eco Go y profesor de la universidad argentina Torcuato Di Tella.
Básicamente, un yuan tan bajo enciende la alerta, los inversores huyen de mercados inestables o peligrosos y se protegen dolarizando sus capitales.
“Esto es consistente con el descenso de las tasas de interés de bonos soberanos, la caída de los índices bursátiles, el aumento de la volatilidad financiera y depreciaciones de las divisas de los países emergentes”, dice Furiase, tal como está pasando en América Latina.
En otras palabras, ante la mayor demanda del dólar, su precio en relación a cada moneda local de la región -que es el tipo de cambio- se incrementa.
“Estamos frente a una ola de depreciación de las monedas contra el dólar”, explica, en un contexto de aumento del riesgo de recesión global y expectativas de que la Reserva Federal (el banco central de Estados Unidos) recorte nuevamente el costo del crédito bajando las tasas de interés.