Panamá es el país lider en crecimiento económico en Latinoamérica en los últimos 25 años, con un incremento del 5,9%, seguido por República Dominicana, Perú, Chile y Costa Rica, según las estimaciones del FMI.
El país abrió su economía hace más de tres décadas, cuando se encontraba en medio de una gran crisis, en la conocida “década perdida”.
"Panamá experimentó un salto cuántico económico. Fue un impulso gigantesco, comparable con otros países asiáticos como Singapur o Corea del Sur", dijo a BBC Mundo, Alejandro Santos, jefe de Misión en Panamá y jefe de división en el Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Tal parecería que se trata de una “joya en progreso” por sus rascacielos, el impactante flujo comercial que transita por su icónico canal, el sabor cosmopolita de la urbe y el dinero que corre por sus venas.
No obstante, Panamá es uno de los países más desiguales de la región y se ha visto inmerso en los últimos años en los mayores escándalos de corrupción en América Latina.
Hacia finales de los 80s, Latinoamérica vivía una crisis económica. Pero Panamá tenía cierto nivel de estabilidad política y comenzó a abrirse al comercio internacional. Además de la zona geográfica le permitió transformarse en uno de los grandes centros internacionales de comercio, actividad logística y finanzas.
Y más recientemente, la ampliación del Canal de Panamá, le permitió a la vía interoceánica doblar su capacidad de tráfico marítimo y el paso de buques de mayor dimensión, conocidos como los Postpanamax.
Este canal le permitió al país encauzar muchas de las inversiones. Las tasas de inversión llegaron a casi el 40%, logrando que el país mantenga su ritmo de crecimiento económico con el desarrollo de industrias como la logística, las telecomunicaciones y las finanzas.
Hay que resaltar que su aeropuerto es otro de los grandes imanes de inversión, aparte del metro y otras obras de infraestructura como puentes y sistemas de agua y saneamiento.
"Esto ha permitido reducir considerablemente la pobreza, desde un 22% en 2010 a 13% en el 2018", explica José Cuesta, economista del Banco Mundial, en conversación con BBC Mundo.
En los últimos cuatro años han salido de la pobreza 150 mil personas. Sin embargo, no es lo mismo bajar la pobreza que disminuir la desigualdad.
"La desigualdad de Panamá es una de las más altas de América Latina. Y Latinoamérica es la región más desigual del mundo", apunta Cuesta.
Según las últimas cifras disponibles del Banco Mundial, correspondientes al 2017, Brasil se posiciona como el país más desigual de la región, seguido por Honduras y Panamá.
"Para un país de ingreso alto, es difícilmente justificable tener esos niveles de desigualdad. Pero la pobreza en las comunidades indígenas es 10 veces mayor que en el resto del país", señaló el economista.
En esas condiciones, plantea Cuesta, se requiere una política social "más ambiciosa", con aumento del gasto social para proteger a la gente más pobre.
"No se puede minimizar la importancia de la corrupción y sus devastadoras consecuencias", dice Olga de Obaldía, la directora ejecutiva del Capítulo Panameño de Transparencia Internacional, una organización sin ánimo de lucro fundada en 1993 para luchar contra prácticas corruptas a nivel global.
En el 2016 estalló el escándalo de los Panamá Papers, cuando se filtraron documentos confidenciales de la firma panameña de abogados Mossack Fonseca, acusada de ayudar a implementar maniobras de evasión y elusión fiscal en favor de personas ricas y poderosas en todo el mundo.
Ese solo fue el inicio de destapes de otros escándalos que alteraron al país, como es el caso de Odebrecht que incrementó la indignación ciudadana contra la clase política en Panamá, enojo presente en las elecciones presidenciales de mayo de este año, donde eligieron a Lautentino Cortizo.
Los escándalos de corrupción y denuncias de impunidad no han impedido que la economía de Panamá siga en crecimiento.
En el 2018 el crecimiento económico fue de 3,7%. Sin embargo, el FMI proyecta que este año el país volverá a crecer en torno al 6%.
De ser así, Panamá superaría a Chile como el país con mayor crecimiento económico per cápita de la región en 2019.
Esto va a depender de la recuperación del sector construcción, que el año pasado estuvo inmerso en una intensa huelga.
Además dependerá del nivel de exportaciones que alcance la mina Cobre Panamá, operada por la empresa canadiense, First Quantum, firma que espera vender cerca de 320 mil toneladas anuales de concentrado de este mineral cuando alcance su nivel tope de producción.
"El gran reto de Panamá es mantener el ritmo de crecimiento", dice Alejandro Santos del FMI, algo que no es nada fácil cuando una economía ha estado corriendo a toda velocidad.
Con todo, los pronósticos de expansión económica siguen siendo optimistas, más aún cuando la exploración minera sigue avanzando en busca de nuevos yacimientos de cobre.
BBC NEWS