Boca Juniors dependía de sí mismo para ser campeón en Argentina, pero empezó complicándose solo. A los 30 minutos del primer tiempo contra Independiente, Leandro Fernández puso el transitorio 1-0 de penal luego de que Luis Advíncula cometiera una falta en su área para frenar a un rival al que Carlos Zambrano había dejado pasar.
El Rayo desestabilizó con el brazo a Lucas Rodríguez, acción que el árbitro no dudó en sancionar con la pena máxima, pese a los reclamos del peruano y sus compañeros.
El VAR le puso algo de suspenso a la jugada al revisar la infracción, pero al final ratificó la decisión del réferi. El jugador del Rojo no dudó ante Agustín Rossi, a quien le puso la pelota a media altura en el lado izquierdo de su arco.
Para fortuna de los dirigidos por Hugo Ibarra, Pol Fernández igualó a los pocos minutos con un golpe de cabeza tras centro de Romero. En el segundo tiempo llegaron más tantos para ambos equipos: Sebastián Villa puso 2-1 a Boca, mientras que Nicolás Vallejo sentenció el 2-2 del Rey de Copas.
A pesar del empate, la victoria de River Plate por 2-1 sobre Racing permitió que el equipo boquense se quede con el título, pues finalizó en la tabla de posiciones con 52 puntos, dos más que la Academia.