Terminó la larga novela entre Novak Djokovic y Australia. Este lunes 17 de enero, el tenista serbio arribó a Belgrado, la capital de su país natal, tras ser expulsado de la nación oceánica por no presentar evidencias suficientes para probar la exención médica del visado que recibió al no estar vacunado contra la COVID-19.
Previo a su arribo al aeropuerto Nikola Tesla de Belgrado, miles de fanáticos de la raqueta número 1 del mundo lo esperaban a las afueras del recinto con banderas de Serbia en mano como muestra de apoyo. Asimismo, el presidente del Parlamento, Ivica Dacic, declaró que la revocación del visado de Djokovic representaba una ‘victoria política sobre el deporte’. “Objetivamente, todo fue en función de la lucha política interna en Australia y es un acto muy incorrecto de las autoridades”, enfatizó, revelando también que el tenista cuenta con un pasaporte diplomático.
A pesar del respaldo mostrado por sus compatriotas y las autoridades del Gobierno, el popular ‘Nole’ abandonó el lugar por una salida anexa para evitar dar declaraciones a la prensa.
En tanto, la delegación serbia que sí participa en el Australian Open, encabezada por Dušan Lajovic y Miomir Kecmanovic, números 39 y 77 del ranking ATP, conquistó triunfos en honor a Djokovic durante los duelos de la primera fecha. “De alguna manera vamos a hacer todo lo posible para sustituirlo. Queremos que se sienta orgulloso”, sostuvo Kecmanovic tras vencer al italiano Salvatore Caruso.
Este lunes 17 de enero inició el primer Grand Slam del año de tenis, con la participación de las figuras más importante de este deporte, como el español Rafael Nadal, quien debutó con una victoria sobre Marcos Giron en la primera jornada de competencias.