Terminó la novela de Novak Djokovic

Por Mariano López V.

No fue en cancha ni con una raqueta en la mano. Esta vez, el sueño de Novak Djokovic de disputar el Abierto de Australia se acabó en una corte. Tras horas de audiencia, el Tribunal Federal Australiano ratificó —de manera unánime— la decisión del ministro de Inmigración, Alex Hawke, de cancelar la visa del tenista serbio, prohibiéndole su estadía en el país y ordenando su deportación inmediata.

Los tres jueces coincidieron con Hawke: las medidas del Gobierno australiano no eran “irracionales” como la defensa de ‘Nole’ pretendía plasmarlas. Tenían una base legal. Además, bajo sus criterios, el número uno del Ranking ATP sí supuso una amenaza al mantenimiento del orden y a la salud pública.

La reacción a la noticia fue instantánea. Alrededor de 100 fanáticos del serbio siguieron el juicio desde las afueras de la Corte Federal, pero terminaron en silencio tras el veredicto. La incredulidad fue la misma para Djokovic, quien emitió un comunicado de prensa poco después del fallo.

“Respeto la decisión del tribunal y cooperaré con las autoridades pertinentes. Me incomoda que el foco en las últimas semanas haya estado puesto en mí y espero que ahora todos podamos concentrarnos en el juego y el torneo que amo”, señala el documento. “Ahora me tomaré un tiempo para descansar y recuperarme, antes de hacer más comentarios”, añade.

Desde Belgrado, su padre también se manifestó: “Ha terminado el atentado fallido contra el mejor deportista del mundo, con 50 balazos al pecho de Novak”.

Al momento del cierre de esta nota, el tenista había sido deportado y ya se encontraba en Dubái, Emiratos Árabes, de donde tomaría otro vuelo rumbo a España. Mientras define su futuro en el tenis, ‘Nole’ intentará mantenerse lejos de las cámaras.