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El ‘Curtain Call’: el abrazo que mató a la lucha libre [VIDEO]

Hace 24 años, una despedida de 4 amigos expuso al negocio de la lucha libre como nunca antes y casi provoca la debacle de un futuro campeón mundial.

El título de esta reseña podría sonar exagerado, pero si en el 19 de mayo de 1996 le preguntabas a Davey Boy Smith, el popular Bulldog Británico, te respondería lo mismo con la misma furia con que entonó esa frase en los vestuarios del Madison Square Garden.

Antes de relatar la anécdota que cumple ya 24 años, se deben explicar un término que los no fanáticos de la lucha libre probablemente no conocen. ‘kayfabe’ es la palabra que engloba de mejor manera este mundo fantasioso de héroes y villanos, llaves al ras de la lona y movimientos aéreos. Se trata de un término utilizado para describir la naturaleza ficticia de un producto que busca ser presentado como real.

Hasta mediados de los años 90, el ‘kayfabe’ era sagrado. Ver a dos luchadores, uno héroe (face) y el otro villano (heel), conversando como amigos cuando en el ring se desprecian, era una clara afrenta contra el ‘kayfabe’ y se consideraba una falta de respeto al negocio de la lucha libre. Todo cambió una noche de 1996.

El abrazo prohibido

En esos tiempos, WWF (entonces nombre de WWE) no atravesaba su mejor momento. La competencia (WCW) ya los superaba en rating y había adquirido a dos de sus más grandes estrellas: Kevin Nash (Diesel) y Scott Hall (Razor Ramon) quienes ya habían firmado sus respectivas salidas.

Nash y Hall pertenecían a un grupo llamado The Kliq, un clan de amigos que incluía también a Shawn Michaels y Triple H. Esta agrupación no era parte de la historia en WWF, pero eso no les impedía tener un poder absoluto en los vestuarios de la compañía.

The Kliq estaba formado por Triple H, Shawn Michaels, Kevin Nash y Scott Hall.

Son tantas las historias que se cuentan sobre The Kliq que da para un especial aparte. Lo cierto es que sus juegos políticos y su actitud le habían generado el odio de casi todo el roster de luchadores. Esta amistad no se podía manifestar hacia el público ya que dos de ellos eran ‘faces’ y los otros dos ‘heels’.

Pero eso no importo durante la última presentación de Nash y Hall en WWF. En un show no televisado en la Meca de la lucha libre en Estados Unidos, el Madison Square Garden de Nueva York, luego que Triple H derrote a Scott Hall y Shawn Michaels supere a Kevin Nash en una jaula de acero, ocurrió algo que dejó a los fans tan sorprendidos como eufóricos. Los 4 luchadores se fundieron en un abrazo de despedida que es recordado hasta el día de hoy como el ‘Curtain Call’.

Esta evidente quebrantamiento del ‘kayfabe’ encendió las alarmas de incendio en WWF. Nadie en el vestuario podía creer lo que estaba pasando. En una entrevista, el exagente de la empresa, Jim Cornette, recordó el caos que se generó en ese momento.

"Yo no era el único molesto, Gerald Brisco estaba pateando las paredes. Todos estaban molestos porque sentían que ellos se estaban c.... en Vince McMahon y en un evento que era dedicado a su padre. Tener su pequeño club de niños millonarios no era excusa para exponer así el negocio", contó.

Triple H, el castigado

Definitivamente, este hecho no iba a quedar sin castigo. Obviamente no había manera de sancionar a Hall y a Nash porque ya se habían ido de la empresa, además, Shawn Michaels era el campeón y cara de la WWF. Así que fue Hunter Hearst Helmsley quien pagó los platos rotos, al fin y al cabo, él fue el de la idea según dijo Michaels muchos años después.

El empuje que iba a recibir en las esferas estelares se esfumó, el título de Rey del Ring que le tocaba ganar ese año pasó a ser de Stone Cold Steve Austin y sufrió un gran número de derrotas. Esto, sumado a que tuvo que disculparse con una gran parte del elenco.

El hecho de aceptar el castigo le ganó el respeto de muchos luchadores y el resto es historia. Triple H es una leyenda de la lucha libre con 14 campeonatos mundiales ganados. Incluso, varios años después, pudo compartir con los muchachos que propalaron el video y que casi le cuestan su carrera.

Y no, no fue el fin de la lucha libre como dijo el Bulldog Británico, pero quizás fue el punto de partida hacia una nueva forma de entendimiento de esta forma de entretenimiento. El ‘kayfabe’ estricto no hubiera podido soportar estos tiempos de redes sociales, así que tal vez fue mucho mejor haber sabido la verdad antes y conocerlo de un grupo de amigos lo hace más satisfactorio.

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