El barco Octavio tiene un lugar especial en la historia de las leyendas urbanas de la navegación marítima. Esta embarcación partió desde Londres hacia China. En el trayecto no se presentó ningún problema. Las dificultades comenzaron cuando partieron del continente asiático. La fecha de salida fue en 1762. El tripulación estaba ansiosa de llegar a Gran Bretaña. Sin embargo, esto jamás sucedió. La navé pasó 14 años viajando sin rumbo en el mar. Cuando un grupo de viajeros dio con ella, quedaron aterrados con el escenario que presenciaron.
La historia de Octavio, el barco 'fantasma', se originó en el siglo XVIII. En este época, muchas embarcaciones competían por hallar la ruta más rápida por el mar entre el océano Pacífico y Atlántico. El interés de esta descubrimiento buscaba ubicar caminos entre Asia y Europa.
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El 10 de septiembre de 1961, el capitán Hendrick Van der Heul dio la orden de que el barco Octavio parta desde Londres hacia China. Luego de meses de viajes, llegaron a tierras asiáticas. Una vez tomado contacto con el país extranjero, la tripulación cargó las bodegas y retomó su camino hacia Gran Bretaña. Sin embargo, de acuerdo con la leyenda, en un punto del viaje perdió el rumbo.
Durante 14 años, no se supo nada de la embarcación. Si se perdió en las profundidades del mar o si la tripulación desembarcó en alguna isla desierta en el mar. El 11 de octubre de 1775, el ballenero Herald se encontraba navegando en la zona del oceáno Atlántico Norte cuando de repente uno de los marineos gritó "¡Barco al frente y al oeste!".
El barco Octavio navegó con su tripulación muerta durante 14 años. Foto: National Geographic
Tras el anuncio, los pasajeros identificaron a unos 10 kilómetros al perdido navío Octavio. Cuando se acercaron a la embarcación se dieron cuenta que este tenía tres mástiles. El capitán Alex Warren observó mediante el catalejo que el velamen estaba dañado, en la cubierta no había ninguna persona y el caso estaba sumamente detenido dañado.
La nave también estaba cubierto de una capa de hielo. Esto hacía que brillase frente al sol como un cristal. Al encontrarse a solo metros de destancia, los marineros del Herald llamaron en voz alto para reconocer si alguien estaba vivo. Pero no hubo ninguna respuesta. El silencio en la nave era, para los pasajeros, un signo de mal augurio.
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Pese al temor, decidieron ingresar al barco para comprobar que no haya nadie a bordo. Fueron solo ocho los voluntarios que decidieron verificar si había alguien vivo en su interior, ya que la mayoría de los marineros eran supersticiosos y temían correr peligro.
Al acercarse a la goleta, los hombres de mar pudieron leer el nombre del navío: Octavio. Ni bien subieron a la embarcación reconocieron que las maderas eran viejas. También observaron que las velas lucían completamente deschilachadas y la rueda del timón chirriaba al moverse. Además, no había ningún marinero en la cubierta .
Cuando accedieron al camarote, se quedaron pasmados con lo que vieron. Encontraron a 28 marinos completamente congelados, tumbados en cada una de sus literas y cubiertas con mantas. Las bajas temperaturas mantuvieron en buen estado los cuerpos. Todo parecía indicar que la muerte los alcanzó mientras descansaban.
Luego se dirigieron a la habitación del capitán. En el cuarto hallaron a un hombre congelado con una pluma en la mano. Dio la impresión que estaba realizando anotaciones en un cuaderno de bitácora cuando falleció. Otros tres cuerpos completaban la escena: ua mujer congelada en una cama con los ojos abiertos junto con un niño. También había un hombre que aparentemente intentó sin éxito en sus últimos segundos de vida encender una llama de fuego.
El barco 'fantasma' Octavio fue encontrado con 32 personas muertas. Foto: National Geographic
El temor se apoderó de los marineros. Decidieron abandonar inmediatamente la nave. El capitán Hendrick Van der Heul cogió el cuaderno de bitácora y regresó junto al resto de su tripulación al Herald. En su embaración, revisó el texto para saber más detalles del barco. Pero, para su sorpresa, el libro carecía de páginas. Solo quedaban intactas la primera y la última hoja.
En la última parte, Van der Heul leyó lo siguiente: "Hasta ahora llevamos atrapados en el hielo 17 días. Nuestra posición aproximada es longitud 160 O y latitud 75 N. El fuego finalmente se extinguió ayer y el maestre ha estado tratando de encenderlo otra vez, pero sin mucho éxito. Le ha dado la piedra a uno de los marinos. El hijo del maestre murió esta mañana y su esposa dice que ya no siente el frío. El resto de nosotros no siente lo mismo en esta agonía". Además, la fecha inscrita en el cuaderno era el 11 de noviembre de 1762.
El texto revelaba que la nave Octavio había intentado buscar un nuevo camino más rápido que conecta Europa con Asia. La tripulación no sobrevivió a la travesía y a la hazaña de identificar un nuevo camino. La única evidencia era el barco 'fantasma'.
El holandés errante o el holandés volador también es famoso por ser un barco fantasma, siendo el protagonista de una leyenda muy extendida alrededor del mundo. Según cuenta la leyenda, como este barco no pudo volver a puerto, fue condenado a vagar para siempre por los océanos del mundo.