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La vez que Disney mató roedores para grabar un documental y reforzó un falso mito

En una ocasión, el equipo de Disney asesinó a docenas de pequeños lemmings que habían sacado de su hábitat y se les acusó de reforzar un falso mito. ¿Por qué la compañía estadounidense acabó con la vida de estos roedores?

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Cómo Disney contribuyó a uno de los mitos falsos más erróneamente creídos sobre la naturaleza. Foto: Composición LR/Focus Junior/IMDb

Los lemmings —o lemmis—, unos pequeños roedores casi inofensivos y parientes cercanos de las ratas y los hámsteres, sufren el legado de un serio estigma: que muchos crean que tienen por costumbre cometer suicidio cuando emigran. La culpa de esta creencia recae sobre una de las compañías más queridas de todos los tiempos: Disney.

En los años 50, The Walt Disney Company se propuso realizar documentales de la vida natural, los llamados “True-life adventures”. El problema es que no siempre fue honesto con lo que mostraba en cámara y aquí te revelaremos hasta dónde llego su ambición por presentar algo creíble.

El suicidio masivo de lemmings por Disney

Fue durante el rodaje de “White wilderness”, un documental supuestamente ambientado en Alaska, donde ocurrió uno de los hechos más infames realizados por la empresa de animación y películas.

Como un intento de alejarse de la etiqueta de “empresa de dibujos animados”, Disney comenzó a financiar estos filmes que por entonces podrían resultar más baratos que sus películas animadas.

El esfuerzo no era en vano, ya que muchas de estas películas lograron premios, además de fuertes ganancias. La misma “White wilderness” ganó el premio Óscar a mejor documental.

Lo cierto es que “White wilderness” no fue grabado en Alaska, sino en Alberta, Canadá, dentro de una provincia sin acceso público.

La peor escena del ganador del Oscar

Es quizá la escena más polémica de cualquier documental realizado en el siglo XX, alrededor de 20 lemmings (o lemmis) fueron grabados mientras caían por un acantilado a gran altura.

La cámara dirigida por James Algar y la voz en off de Winston Hibler, estaban detalladamente entrenadas para hacer creer al espectador que lo que se veía ahí era algo natural.

White Wilderness ganó un Óscar y un Oso de oro en 1959. Foto: IMDb

Al parecer, los realizadores estaban convencidos de que los lemmings incurrían en una práctica que ya para entonces era un mito, el cual decía que estos animales se lanzaban por acantilados para suicidarse en masa, como una manera de regular la sobrepoblación de su grupo.

Sin embargo, ni el equipo de producción ni seguramente nadie de los que filmaban el documental pudo obtener registro alguno de este presunto comportamiento.

Por ello, el equipo de Disney recurrió a realizar una cruel y desalmada recreación de ello. Ni siquiera pudieron obtener lemmings oriundos de donde se suponía iban a filmar.

Lo que hicieron fue obtenerlos desde las tribus Inuit, que vivían en algunas provincias cercanas de Manitoba.

“Una gentil compulsión toma por rehén a cada uno de estos pequeños roedores. Cada uno, llevados por una irracional histeria, cae por un acantilado en una marcha que los llevará a un destino extraño”, dice la voz de Hibbler.

Los lemmings caen inevitablemente a un océano, pero no por su propia voluntad. Algunos niños Inuit y miembros del staff los empujaron por atrás, camuflados por los meticulosos ángulos de cámara elegidos.

El narrador del documental afirma en el mismo que, lejos de hacerlo seguido, los lemmings terminaban cayendo durante el curso de su migración, cuando necesitaba cruzar un lago o río.

¿Cómo se descubrió la extrema medida de Disney?

El documental “The fifth escape”, publicado en 1982 por la cadena canadiense CBC, fue el primer gran proyecto que denunció lo que Disney había realizado.

El presentador de Wild Kingdom, otro programa similar en dicha cadena, descubrió que la escena había sido filmada en Bow River, cerca al centro de Calgary.

En su show, este entrevistó a un experto en lemmings, que señaló que la especie mostrada en “White Wilderness” no tenía por costumbre emigrar, ni mucho menos cometer suicidio.

Lo cierto es que el daño ya estaba hecho. El documental de Disney había provocado que la idea de que los lemmings se suicidaban esté bien aceptada en la cultura occidental.

El mito de que los lemmini se suicidan incluso inspiró uno de los juegos de computadora más clásicos de los años 90. Foto: Psygnosis

Nunca se supo si el propio Walt Disney estuvo enterado de las prácticas de sus empleados para hacer este documental.

¿De dónde salió la idea del suicidio de lemmings?

Al parecer, según señalan los registros, esta idea errónea es muy antigua, y hay documentos con menciones que datan del siglo XIX. Una crónica de Walter Scott en 1891 ya la presenta. Sus orígenes más lejanos son todavía desconocidos.

Los lemmini son parientes directos de las ratas y los hámsters. Foto: Nature