Durante los años 90, cuando la música electrónica ya llevaba a cuestas unas pocas décadas para evolucionar y mezclarse con ritmos cada vez más regionales, surgió en Europa una de las agrupaciones más recordadas por su estilo contestatario y la revolución que trajeron consigo: el mezclar samples andinos con el género de moda por entonces, el techno. Se trata de Atahualpa, un grupo ítalo-peruano que apareció justamente para el quinto centenario del descubrimiento de América y la conquista española.
El grupo fue formado a inicios de la década, y aprovecharon fuertemente la circunstancia histórica de entonces. En 1992 se celebraban cinco siglos desde que Cristóbal Colón llegó a suelo americano por primera vez. Como es sabido, lo que para muchos solo fue un hecho que cambió el rumbo del mundo, para otros también es sinónimo de crímenes, conquista y explotación.
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Atahualpa fue formado por principalmente tres personas (pese a que se cuentan entre sus filas a unos cuantos más, asignados como encargados de las secuencias, entre otros instrumentistas).
Juan Manuel Vásquez Ávila y Johnny Hans Figueroa (costados), peruanos inmigrantes en Italia, junto a Claudio Collina (centro). Todos miembros del grupo Atahualpa. Foto: YouTube/Kausary
Los tres miembros principales fueron Claudio Collino, un músico italiano con una extensa carrera en todo el mundo, y estudioso de muchos géneros. El par restante lo conformaba inmigrantes peruanos Juan Manuel Vásquez Ávila y Johnny Hans Figueroa, ambos virtuosos músicos de los vientos andinos, que aparecieron siempre junto a Collino en escena.
El primer álbum con el que Atahualpa fue conocido fue “Ritmo Andino”, lanzado por la disquera italiana DFC, en colaboración con ZYX Records (de Alemania).
La agrupación se hizo conocida en medio de la explosión del techno y house, los cuales convertirían a la música electrónica en un género de masas por medio de los conocidos rave.
Uno de sus sencillos "Luna de Sangre" fue utilizado como cortina musical para programas deportivos en Argentina. Foto: YouTube/TheEternauta
En Europa, la experimentación de los músicos de techno era enérgica, y fueron Collino junto a Vásquez y Figueroa quienes hicieron algo que hasta entonces no era conocido: implementar samples andinos.
Los vientos andinos, gritos y frases en quechua y demás elementos de fusión se unieron casi en simbiosis con el estilo noventero del techno que Collino proveía con su sintetizador.
“Ritmo andino” fue el primer lanzamiento de Atahualpa, y logró un destacado reconocimiento en Europa y otras partes del mundo, donde el techno se hacía cada vez más popular.
Este LP de casi 50 minutos contenía 10 pistas, incluidos “Último imperio”, su hit más conocido, y “La furia y el cóndor”. Puedes escucharlos en el siguiente video:
Tal como se hace evidente en el primer single “Último imperio”, el mensaje de Atahualpa era fuertemente contestatario. Sus letras incluían frases recitadas, y la de este sencillo expresaba claramente su punto de vista frente a la conquista de América
“La tristeza no era conocida en el imperio del sol, pero llegaron los conquistadores y fue como si desde el cielo cayeran piedras de fuego”, dice la frase introductoria a la pista.
“Esta es la historia del primer y último imperio”, continúa, para más adelante proseguir con “las niñas fueron violadas, los padres atados, las madres llorando y llorando. No se daban cuenta de que la luna había cambiado su color. Hasta siempre”, sigue la composición.
Tanto “Último imperio” como algunas otras pistas, entre ellas “Luna de sangre”, fueron reconocidas a nivel internacional y lograron ser hits radiales en distintos países de Europa.
Indudablemente, “Último imperio” fue la pista más conocida y llegó a escucharse hasta en Perú a través de estaciones de radio locales como Studio 92, además de recibir algunos remixes para las salas de baile.
Quizá uno de sus momentos más recordados fue la presentación que tuvieron en la cadena de televisión italiana RAI, cuando fueron presentados por la conocida presentadora y artista Raffaella Carrà.
En dicha presentación, pese a ser un playback, Vásquez y Figueroa aparecieron con parcial indumentaria andina, que constaba de un traje blanco, sombreros de aparente paja, chalecos con tejidos indígenas y unas enormes y hermosas zampoñas que llegaban hasta el suelo. En el fondo, Collino vestido de negro y de pie con un sintetizador.
Atahualpa lanzó su último álbum de estudio en 1992, llamado “Ritmo andino amazonas”, en el cual estaba incluido otro recordado track llamado “Toca las congas”. Hasta el año 2000, solo se dedicaron a publicar sencillos como “El dorado” (1992), “In nomine patris/Anathema” (1993), “El cobra” (1995) y “El divino (el sol y la niña)” (2000). Después de esto, cada uno de los miembros originales se dedicó a otros proyectos musicales.
Imagen promocional de Atahualpa. Foto: Music.metason
Según recogen diversas páginas de fans en Facebook, el estilo lírico del grupo de música Atahualpa reflejaba las costumbres, relatos y sobre todo sufrimientos de los último pobladores autóctones del imperio incaico. Así como el pesar que los pobladores indígenas soportaron en plena conquista española.
La agrupación tomo el nombre del último gobernante del imperio incaico, asesinado por traición en 1533.
A Atahualpa lo estrangularon después de negarse a ser quemado vivo en la hoguera, debido a que la religión incaica dictaba que los cuerpos debían ser embalsamados para lograr la resurrección en el otro mundo.
Tras eso, negoció con el cura Valverde, quien le propuso ser bautizado como cristiano para luego ahorcado en el garrote vil. Atahualpa aceptó, fue bautizado como Francisco y luego estrangulado.