Estar echado en cama durante un largo rato resulta un plan más que agradable; no obstante, todo se complica si tienes actividades pendientes como estudiar, trabajar o simplemente hacer tus quehaceres diarios.
Si te preocupa el hecho de no poder decirle adiós a tu cama y seguir con tu rutina, descuida. Hemos recogido algunos tips infalibles, revelados por Coveteur y la National Sleep Foundation, que te ayudarán a salir de ese esponjoso y abrigador lugar en pocos segundos.
¿Quién no ve el televisor o revisa su celular antes de dormir? Pues bien, a pesar de ser una práctica común en nosotros, debes saber que estos dispositivos hacen que no tengas un buen sueño, lo que origina una pesadez al levantarte por la mañana.
La recomendación es apagar todos los aparatos electrónicos y, en remplazo de estos, comienza leyendo un libro, escribir o colorear. Estas actividades prepararán a tu cerebro para dormir plácidamente.
Antes de ir a la cama, abre las cortinas de tu habitación. Al despertarte verás la luz a través de las ventanas y eso te ayudará a iniciar con tu rutina. Al inicio, puede ser algo complicado por la luminosidad; sin embargo, esto te ayudará a levantarte.
Sí, así como lees. La recomendación es usar tu cama solo para dormir; en caso lo requieras para otras actividades, tu cerebro ya no lo relacionará con el descanso y se complicará que concilies el sueño, por lo que podrías levantarte tarde o sin ganas de hacerlo.
Muchas veces nos animamos a ingerir alcohol o bebidas que contengan cafeína para recuperar las energías tras un largo día de trabajo o estudio; no obstante, esto podría hacerte descansar mal. Utiliza la manzanilla u otras infusiones calientes para no alterar tus horas de descanso y compleméntalo con una correcta alimentación.
Beber un poco de agua al levantarte ayuda a hidratar tu cuerpo y estimular el metabolismo; asimismo, te sentirás más fresco al iniciar tu jornada.
Este último punto es sumamente importante, sobre todo si no acostumbras a levantarte temprano. Piensa en los aspectos más positivos que te esperan durante tu día.
Debido al invierno y las bajas temperaturas, muchas personas optan por bañarse con agua caliente, teniendo como aliado principal a la terma o ducha eléctrica. Estos aparatos proporcionan calidez en cada chorro mientras aseamos nuestro cuerpo.
El utilizar la terma o ducha eléctrica muy seguido podría tener serias consecuencias a tu bolsillo. Foto: composición/Yahoo/Perú Hop
No obstante, debes saber que, de acuerdo al Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (Osinergmin), una terma eléctrica tiene en promedio 1.500 watts de energía, motivo por el cual tenerla prendida durante todo el día puede sumar 216 soles más a tu recibo de luz.
“Hay artefactos de uso diario, por ejemplo, la terma, con la que siempre debemos tener cuidado al encenderla una hora antes del aseo diario”, precisó el especialista de atención al usuario del Organismo Supervisor de la entidad, Óscar Chevarría.