En la Semana Santa, el nombre de Judas Iscariote es especialmente recordado, al ser el apóstol que traicionó a Jesucristo al entregarlo para su muerte. ¿Quién era en realidad y por qué actuó de tal forma? A continuación, te explicamos lo que dicen la Biblia y los especialistas sobre un personaje que se ha hecho sinónimo de las personas traidoras.
Este personaje es el único de los 12 apóstoles nombrados por Jesucristo que no se considera santo. Por el contrario, los textos lo señalan como una persona codiciosa y falsa, especialmente en el beso que le dio a su maestro. Su reputación es tan baja que en muchos pueblos de Latinoamérica se destruyen muñecos con su forma durante estas festividades.
Judas Iscariote fue uno de los 12 apóstoles de Jesús de Nazaret, a quienes nombró para difundir su palabra por el mundo. Es conocido por haber traicionado a Jesús al entregarlo a las autoridades judías para su muerte, según relata la Biblia, que no nos da mayores detalles de su vida antes de conocer a Cristo, excepto que era “hijo de Simón”.
Su sobrenombre, Iscariote, provendría de Kariot, pueblo del sur de Judea de donde era originario este personaje, según detalla el sacerdote Rolando Alvarado al medio Prensa Libre. Otras versiones relacionan el apodo a la tribu de Isacar o al término griego ‘sicarius’ (asesino), pues Judas habría sido de la facción judía de los zelotes, que se oponía a la ocupación romana.
Judas Iscariote vendió a Jesús a las autoridades judías. Foto: Dominio público
Judas Iscariote fue nombrado como tesorero del grupo de los apóstoles, y el evangelio de Juan relata cómo se aprovechaba de esta condición para robar el dinero de la bolsa común. No es el mismo que su compañero Judas Tadeo, de quien el Nuevo Testamento nos dice que era hermano de Santiago, y que es venerado como santo por la Iglesia Católica.
El evangelio de Mateo nos dice que Judas se presentó ante los jefes de los sacerdotes para preguntar cuánto dinero le darían si entregaba a Jesús. Ellos prometieron darle 30 monedas de plata, y desde entonces “andaba buscando una oportunidad para entregárselo” (Mt 26:16). Lucas va más allá e indica que “Satanás entró en Judas” (Lc 22:3) para hacerle tomar dicha decisión.
A continuación, los relatos de la Última Cena indican que Jesús señaló a Judas como el apóstol que lo iba a traicionar. Luego, este llega en compañía de soldados hasta el huerto donde oraba Cristo, y lo besa para indicarles que él era a quién debían arrestar. De este gesto surge la expresión popular “beso de Judas” para referirse a una traición precedida de afecto.
El 'beso de Judas' se convirtió en sinónimo de la traición disfrazada de afecto. Foto: Museo del Prado
El motivo exacto por el que Judas decidió vender a Jesús no queda explícito en los textos sagrados. La codicia, denotada cuando Juan lo describe como un ladrón de dinero, es asumida como la razón más probable.
No obstante, el historiador bíblico Giuseppe Ricciotti, sostiene que debe existir un móvil adicional, que lo llevó a devolver el dinero y suicidarse: “Esta no es la actitud de un simple avaro, pues este habría quedado satisfecho con el lucro obtenido”. En ese sentido, Alvarado insinúa que dicha motivación estaría en la decepción porque el Mesías no cumplió su visión nacionalista.
“Fue el único judío entre los 12 discípulos que Jesús eligió (el resto eran galileos) y por ello poseía ideas religiosas más enraizadas y un gran apego a las concepciones tradicionales del Mesías, que era esperado en la forma de un profeta, de un gran sacerdote o de un rey que derrotaría a los invasores”, detalla el religioso.
“Judas quería un líder político beligerante mientras Jesús decía ser la puerta, el camino, algo que ningún rabino judío afirmaría de sí mismo. Judas sintió temor de perder sus convicciones religiosas”, agrega.
La codicia, pero también la decepción y la envidia, son consideradas como posibles causas de la traición de Judas. Foto: Carl Bloch
Por otra parte, Samuel Berberián, doctor en Religiones Comparadas, habla de la envidia como otro posible motor. “Judas sabía de contabilidad, de religión, era alguien con educación, pero le amargaba ver cómo Jesús prefería a Pedro, que era un pescador o a Juan que era sólo un muchacho”, indica.
La Biblia nos presenta dos versiones sobre la muerte de Judas Iscariote, aunque ambas coinciden en que esta fue un suicidio luego de su traición a Jesús.
Así, el evangelio de Mateo refiere que, tras enterarse que su maestro había sido condenado a muerte, Judas “se llenó de remordimientos y devolvió las treinta monedas de plata a los jefes de los sacerdotes y a los jefes judíos”.
La Biblia asegura que Judas Iscariote se sintió arrepentido tras su traición. Foto: Museu Nacional de Belas Artes
“Les dijo: ‘He pecado: he entregado a la muerte a un inocente’. Ellos le contestaron: ‘¿Qué nos importa eso a nosotros? Es asunto tuyo’. Entonces él, arrojando las monedas en el Templo, se marchó y fue a ahorcarse” (Mt 27:3-5).
El libro de los Hechos de los Apóstoles narra los acontecimientos de forma distinta. El texto cita a Pedro: “Sabemos que (Judas) con el salario de su pecado se compró un campo, se tiró de cabeza, su cuerpo se reventó y se desparramaron sus entrañas” (Hch 1:18). Dicho terreno, agrega el relato, fue conocido como Hakeldamá (campo de sangre).
En Hechos de los Apóstoles se detalla que Pedro, tras relatar el final de Judas Iscariote, promueve la elección del apóstol que lo reemplazaría. El escogido fue Matías, un discípulo que cumplía con la condición de haberlos acompañado desde el bautismo de Juan hasta la ascensión de Jesucristo.
Matías fue el apóstol elegido para sustituir a Judas Iscariote. Foto: Met museum
Se conoce como las siete palabras de Jesús en la cruz a la misma cantidad de frases que expresó el hijo de Dios antes de fallecer, las cuales se encuentran registradas en los evangelios del Nuevo Testamento.