Desde el año 2015, cada primer domingo de febrero se celebra el Día Nacional de la Pachamanca. Esta fecha sirve para darle valor culinario a este platillo emblemático y ancestral, que se cocina en distintas regiones del Perú.
En las comunidades campesinas, la pachamanca cuenta con un profundo significado cultural, ya que representa el nexo material y espiritual entre el hombre, la naturaleza y los insumos que esta brinda. Por tal motivo, en esta nota te mostraremos las distintas variedades con las que cuenta este tradicional plato.
En Perú existen distintas formas de preparar la pachamanca. Es así que los insumos e ingredientes cambian, para darle mayor variedad al popular platillo. A continuación, te mostramos cinco tipos de pachamanca, según la región en donde se cocine.
En Ayacucho, la pachamanca se cocina en el subsuelo y se colocan ladrillos y piedras de mediano tamaño en los bordes para crear las condiciones ideales de calor y cocción.
La pachamanca es un plato típico de la sierra. Foto: Carlos Contreras/La República
Al igual que en la mayoría de lugares, el horno es bajo tierra, en donde se colocan piedras medianas que luego se calientan con la leña. Uno de los puntos fuertes de la pachamanca huanuqueña es el acompañamiento con salsa picante y ají de cebolla.
En Áncash se cava un hoyo de poca profundidad, en donde se colocan piedras de río que son calentadas en fogatas. Después de colocar las piedras en el horno, se procede a colocar los trozos de carne y el resto de ingredientes.
Los insumos de esta receta se colocan en una fosa en donde se ha colocado, de manera ordenada, ladrillos y piedras calentadas con la leña de eucalipto. Luego, se cubre con hojas de retama y láminas de madera para que tengan una cocción uniforme. Esta pachamanca se caracteriza por su famosa salsa de ají y queso, conocida como japchi.
La pachamanca proviene de los Andes peruanos. Foto: Andina
A diferencia de otras pachamancas, en Cusco no se requiere excavar la tierra. Solo se construye un horno con piedras medianas, una sobre otra, hasta que formen un muro perimétrico con una puerta en donde ingresará el aire que ayudará a avivar la leña.