El 28 y 29 de julio se conmemora la proclamación de la independencia del Perú y se celebran las Fiestas Patrias, acontecimientos patrios que van más allá de recordar estas fechas importantes para el país.
El aniversario peruano se trata del orgullo de toda una nación. Motivos como la cocina peruana, mundialmente reconocida; la biodiversidad y la pluralidad cultural; los recintos milenarios; las diversas razas; los idiomas y su gente son celebrados en estos días.
Además, se celebra a las ciudades que integran el país y lo que cada una tiene para ofrecer. Aprovechando el marco de estas festividades, se puede disfrutar de la diversidad que otorgan costa, sierra y selva, con sus diferentes bailes, músicas y tradiciones.
Lima realiza una tradicional y famosa Parada Militar el 29. No obstante, debido a la situación de emergencia sanitaria por la COVID-19, y por segundo año consecutivo, las celebraciones se verán entorpecidas por la pandemia.
Muchos ciudadanos aprovechan estos días para desconectarse un poco y disfrutar de la tranquilidad de la ciudad, por lo que la mayoría de personas salen de la capital.
Incluso sin alejarse mucho de Lima, se tienen espacios increíbles a distancias cortas, como la ciudad de Paracas, que a tan solo tres horas en auto, te ofrece playas hermosas y una reserva natural asombrosa.
Incluso, en algunos lugares la celebración inicia el 27 de julio. Tal es el caso de Arequipa, donde se celebra desde hace algunos años La noche de la comida peruana. Cusco y Puno son también ciudades muy visitadas en estas fechas.
Las regiones ciudades se llenan de alegría y diferentes eventos de conmemoración de la independencia, como tradicionales pasacalles y desfiles en plazas principales, pero cada una a su manera y con sus platos, trajes y bailes típicos.
Las Fiestas Patrias se celebraban popularmente en lugares públicos, como la Plaza Mayor de Lima y el Parque de la Exposición, donde la gente esperaba la madrugada del 27 para el 28 de julio, cuando la Municipalidad de Lima contrataba fuegos artificiales a cargo de chinos.
Las familias comían y bebían en estos lugares públicos, atendidos por vivanderas que ofrecían sus productos en puestos, o ambulantes, a la espera de las 12 de la noche.
La población se entretenía con marchas, maniobras militares y retretas musicales, las cuales a veces eran imitadas por grupos de vecinos, quienes incluso hacían marchas o desplazamientos en grupos, de un lugar a otro, celebrando la independencia. El 28 de julio como tal ya era más formal, puesto que era el día del mensaje presidencial y de los desfiles militares oficiales.
Las festividades eran espacios democráticos, donde tanto el pueblo como las élites celebraban de manera conjunta en los mismos lugares urbanos las Fiestas Patrias, lo que ya se ha perdido por diversos motivos.