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La peruana que vendía en carretilla y se convirtió en la ‘Reina de los anticuchos’: triunfó en Mistura

Doña Grimanesa Vargas, conocida como ‘Tía Grima’, comenzó como vendedora ambulante en las calles de Lima y logró conquistar el paladar peruano, convirtiéndose en un ícono de la gastronomía.

larepublica.pe
Doña Grimanesa en sus inicios vendió anticuchos en carretilla. Foto: composición LR

Desde las calles de Lima hasta los prestigiosos escenarios gastronómicos, la historia de Doña Grimanesa Vargas es un ejemplo de esfuerzo y pasión. Conocida como la ‘Reina de los anticuchos’, esta mujer, oriunda de provincias, transformó un modesto carrito en un símbolo de la tradición culinaria peruana. Su talento y sazón no solo la hicieron famosa entre los comensales, sino que también captaron la atención de chefs de renombre, como Gastón Acurio, quienes han elogiado su arte culinario. La participación de Doña Grimanesa en Mistura consolidó su lugar como una de las grandes exponentes de la cocina nacional, destacándose por su autenticidad y dedicación.

Inicios de Doña Grimanesa la ‘reina de los anticuchos’

Grimanesa Vargas, conocida cariñosamente como ‘Tía Grima’, nació en Espite, un pequeño pueblo de Ayacucho. A los 7 años, se trasladó a Ica para trabajar como empleada del hogar. Al cumplir 18 años, llegó a Lima, donde se enfrentó a la dura realidad de la vida en la capital. A pesar de no poder completar sus estudios básicos, su amor por la cocina la llevó a aprender a preparar anticuchos, un plato que se convertiría en su sello personal.

Doña Grimanesa ha participado en la feria gastronómica de Mistura con sus tradicionales anticuchos. Foto: composición LR

En sus primeros años en Lima, trabajó como ama de casa y cocinera, donde comenzó a experimentar con diferentes recetas. En una entrevista, recordó un momento crucial: “Un día, mi jefa me mandó a cocinar lomo fino, pero como no sabía cómo se hacía, lo corté en trozos, los aderecé y los metí en el horno. Lo serví con puré de camote y arroz. Cuando llegó la señora, tuve miedo, no quería perder mi trabajo. Sin embargo, ella lo probó y me pidió que lo sirviera otros días”.

De vender en carretilla a ser la ‘reina de los anticuchos’

Antes de convertirse en la ‘Reina de los anticuchos’, Doña Grimanesa vendía comida en obras de construcción y, posteriormente, comenzó a ofrecer choncholí en carretilla. Aunque al principio no contaba con los recursos para comprar corazón de res, su perseverancia la llevó a adquirirlo y a iniciar la venta de anticuchos en una esquina de la calle Enrique Palacios, en Miraflores.

Su sazón atrajo rápidamente la atención de los clientes, incluyendo al reconocido chef Gastón Acurio, quien quedó impresionado con su talento culinario. Gracias a su recomendación, Doña Grimanesa fue invitada a participar en la feria gastronómica Mistura en 2012, lo que le permitió obtener reconocimiento a nivel nacional e internacional. En 2013, la revista Time la incluyó en su lista de los 24 secretos mejor guardados del mundo, destacando la calidad de sus anticuchos.