La educación es un derecho fundamental en Estados Unidos. Independientemente si es un niño migrante o no, todos tienen la posibilidad de acceder a una escuela pública. En 1982, la Corte Suprema dictaminó que todos los menores tienen derecho a recibir educación pública gratuita. Esta decisión marcó un precedente significativo y aseguró que la falta de documentos no sea un impedimento para acceder a la educación pública.
Los niños migrantes sin documentos enfrentan numerosos desafíos; sin embargo, el sistema educativo ofrece un refugio de igualdad y oportunidades. A través de políticas inclusivas y recursos, las escuelas en Estados Unidos brindan una plataforma para el desarrollo integral de estos jóvenes, independientemente de su origen.
Asimismo, los menores en edad escolar que recientemente han llegado al país, sean solicitantes de asilo, refugiados o sin documentación legal, tienen el derecho de acceder a la educación pública y alcanzar resultados académicos positivos.
Según el fallo de la Corte Suprema en el caso Plyler vs. Doe, los niños migrantes tienen derecho a asistir a las escuelas públicas de primaria y secundaria. Este derecho implica recibir una educación sin discriminación, garantizando su desarrollo e integración en la sociedad.
Por ello, las escuelas no deben requerir pruebas de ciudadanía ni reportar el estatus migratorio de los estudiantes, para proporcionar así un entorno seguro y acogedor para todos. Asimismo, dicho fallo señala que la condición de indocumentado no es una base racional para negarles los beneficios que el Estado otorga.
Casi 140.000 menores no acompañados llegaron a la frontera con Estados Unidos durante el año 2023. Foto: Unicef
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Aunque el estatus migratorio no es relevante para la inscripción escolar, las escuelas pueden solicitar ciertos documentos para fines administrativos. Estos incluyen prueba de edad, como un certificado de nacimiento o pasaporte, y prueba de residencia, como un recibo de alquiler o factura de servicios públicos.
En ese aspecto, es importante recordar que estas solicitudes no deben ser o no son utilizadas para discriminar a los niños migrantes sin documentos.
Estados Unidos alberga una diversidad de escuelas que destacan por su inclusión y recursos para estudiantes migrantes. Estas instituciones ofrecen programas de inglés como segunda lengua, apoyo psicológico y social, y actividades extracurriculares diseñadas para fomentar la integración y el éxito de los estudiantes.
Una de ellas es la Escuela Valencia, la cual acoge a más de 200 niños provenientes de distintos rincones del mundo y les brinda la oportunidad de aprender inglés y familiarizarse con las costumbres escolares de Estados Unidos, elementos esenciales para su éxito y adaptación.
Sin embargo, existen instituciones educativas similares en las siguientes ciudades:
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Si una escuela solicita el estatus migratorio de su hijo, recuerde que no están legalmente obligados a proporcionar esa información. La ley protege el derecho de su hijo a la educación, independientemente de su estatus migratorio. Puede contactar a organizaciones locales de derechos civiles o grupos de apoyo para recibir asesoramiento y ayuda.
Existen becas y programas de ayuda financiera específicamente diseñados para estudiantes migrantes, independientemente de su estatus legal.
Estas becas están diseñadas para apoyar a estudiantes de diversas ascendencias y situaciones migratorias, y los requisitos pueden incluir tener un GPA específico, ser de ascendencia específica o estar involucrado en la comunidad.