“El sistema no vino a ayudarme ni una sola vez, así que tuve que hacerme fuerte por mí misma”, dice Brooke Shields en el documental Pretty Baby que se estrenó en la plataforma Hulu después de su paso por el Festival de Sundance. La película recorre sus primeros años en la industria, la fama, la exposición mediática y la difícil relación que tuvo con su madre y mánager, Teri Shields.
La actriz habla del gran costo de convertirse en un ícono juvenil. “Sostiene un espejo frente a una sociedad que cosifica a las mujeres y las niñas, su historia muestra los peligros y los triunfos en un mundo hostil”, comenta Deadline sobre Hollywood.
La producción de 136 minutos tiene dos partes y la actriz comenta cómo fue el rodaje de sus películas y la sexualización que sufrió a los 11 años. “Toda mi vida fue ‘ella es una cara bonita’, una y otra vez. Estoy asombrada de haber sobrevivido”.
Portada. El filme es dirigido por Lana Wilson. Foto: difusión
Shields revela que tuvo su primer beso a los 11 años con su coprotagonista (Keith Carradine), de 29 años. Comenta que fue persuadida para hacer la escena de Pretty Baby de Louis Malle. “Keith fue quien pidió hablar conmigo y me dijo: ‘Oye, ¿sabes qué? Esto no cuenta. Es fingir. Todo esto es una fantasía’”.
En otro momento comenta que ganó un lugar como actriz, pero se conmueve con lo que sucedió después. “Ya no era solo una modelo que era actriz. Me convertí en un punto focal para muchas cosas, buenas y malas”. De hecho, cuenta que con la taquillera película La laguna azul, el director Randal Kleiser había mentido insinuando que ella tuvo una relación durante el rodaje. “Querían vender mi despertar erótico”.
Unos años después, fuera de cámaras, denunció que era maltratada físicamente por el director nominado al Óscar Franco Zeffirelli, quien pretendía filmar una escena de sexo para la película Amor eterno, revela Shields. La actriz tenía 16 años y mientras grababa, el cineasta le torcía violentamente el pie. “Simplemente, me disocié. Te alejas, ves una situación, pero no estás conectada a ella. Te conviertes instantáneamente en un vapor de ti misma”.
La crítica sostiene que el documental dirigido por Lana Wilson (de Miss Americana, Taylor Swift) está bien constatado con testimonios de gente cercana a la actriz, como Drew Barrymore. De esa forma, Shields hace denuncias no solo contra el cine, sino contra la publicidad de la época, comerciales que ahora serían repudiados por poner en riesgo a las niñas. La industria cultural y de entretenimiento es retratada por la escritora Scaachi Koul y la historiadora Karina Longworth.