El rodaje de "La vida de Adèle": los maltratos y abusos detrás del sexo
"A veces las escenas sexuales duraban 5 horas continuas. Me sentía como una prostituta”, denunció Léa Seydoux sobre el rodaje en una entrevista para The Daily Beast.
"La vida de Adèle", la película dirigida por Abdellatif Kechiche, es una de las más importantes exponentes del cine francés en la última década. Esto no evitó que su estreno en 2013 estuviese lleno de controversias por su cantidad de escenas sexuales y duración de las mismas a lo largo de sus 180 minutos.
Varios críticos defendieron estas secuencias explícitas y negaron que se tratara de pornografía. Sin embargo, nadie habría imaginado las malas condiciones en el set de rodaje que tuvieron que soportar las protagonistas, Léa Seydoux y Adèle Exarchopoulos.
Así fue su infernal rodaje
En una entrevista con The Daily Beast, las actrices denunciaron que el director fue demasiado lejos durante las grabaciones. "Fue horrible. Kechiche es un genio, pero está torturado. Queríamos dar todo lo que teníamos, pero a veces había manipulación, lo que es difícil de manejar", dijeron.
“Estuvimos durante días filmando con tres cámaras en una habitación muy pequeña. A veces las escenas sexuales duraban cinco horas continuas. Me sentía como una prostituta”, enfatizó Seydoux sobre las escenas tan agotadoras como dolorosas.
Jul Maroh tildó al film de machista
Adèle Exarchopoulos y Léa Seydoux. Foto: Wild Bunch
"Como espectadora feminista y lesbiana, no puedo avalar el rumbo que tomó Kechiche en estos asuntos", criticó Jul Maroh, la autora de la novela que inspiró la cinta. "Las únicas personas que no se rieron eran los chicos demasiado ocupados festejando que ven una encarnación de sus fantasías en la pantalla", agregó.
La película "La vida de Adèle" nos presenta a la protagonista y las dudas sobre su sexualidad. Una noche conoce y se enamora inesperadamente de Emma, una joven con el pelo azul. Su relación le mostrará el camino del deseo y la madurez, pero también los prejuicios de familiares y amigos.
