La puertorriqueña Rita Moreno tenía cinco años cuando llegó a Nueva York en 1936. Su historia completa la cuenta en el documental Rita Moreno: una chica que decidió ir a lograrlo, además de participar en la nueva versión de West Side Story (con el personaje de Valentina), que estrenó Steven Spielberg. De hecho, desde fines del 2021 está inmersa en la promoción de la película recientemente nominada al Óscar. “No esperaba cantar en esta película, y cuando lo vi en el guion dije ‘¡Wow!”, sostiene Anita de West Side Story (1961). Quedó “maravillada” de que, a diferencia de la cinta dirigida por Robert Wise y Jerome Robbins, esta vez los personajes latinos fueran interpretados por latinos.
Mariem Pérez Riera, la directora del documental y seguidora de Rita Moreno, dijo a El País de España que vio por primera vez West Side Story en los años ochenta. “Me impactó porque yo en ese momento no había salido de la isla, y ella representaba a un tipo de puertorriqueña en Estados Unidos que resultaba muy lejana a mi realidad. Luego, al mudarme, entendí mucho mejor lo que ella quería transmitir con ese papel”. Pérez escribió un personaje inspirado en la actriz para la película Maldeamores (2007), pero pasó más de una década para que puedan trabajar juntas.
En el documental se ve a Moreno con un “excepcional” físico. “Mantiene su curiosidad intacta y siempre está pensando en el futuro. Hace planes como si fuera a vivir los próximos 40 años. Y es muy aficionada a la siesta, aunque sea una de 15 minutos”.
El País señala que en el documental que se estrenó por Movistar Plus en España, Moreno habla con serenidad sobre el racismo y acoso sexual que sufrió en sus primeros años como actriz, pero se trata de una biografía sin filtros. “Denuncia una violación por parte de su propio agente, con el que se vio obligada a seguir trabajando al no tener más puntos de apoyo en la industria. También recuerda su tóxica relación con Marlon Brando, siendo ella veinteañera. Fueron ocho años plagados de infidelidades por parte de él y que terminaron con un intento de suicidio de la actriz, cuando Brando la obligó a abortar de una forma rudimentaria y traumática”, agrega el diario.
Para la directora, se buscó un largometraje que no solo hablara de Rita Moreno como celebridad, sino que fuese una historia universal. Por eso, aborda su matrimonio de casi medio siglo con el padre de su hija, Leonard Gordon. El médico había representado la imagen de estabilidad, pero la actriz confiesa que quedar viuda en el 2010 significó un alivio. Esa es la parte más cruda y real para la cineasta. “Rita entendió y apoyó que quisiéramos hacer una película que no solamente enseñara sus logros. Preferíamos inspirar a todas esas mujeres latinoamericanas que están luchando por tener una vida en Estados Unidos. Y ella sabía que tenía que ser lo más honesta posible. Yo estaba pasando por un divorcio mientras charlábamos juntas. Lo que me cuenta a cámara me lo está contando de tú a tú, llena de empatía, con la intención de darme consejo y ánimo”.
Rita Moreno es una de las pocas personas en el mundo en ser catalogadas como EGOT: ganadores del Emmy televisivo, un Grammy musical, un Óscar cinematográfico y premio Tony. Cuenta que cuando ganó el Óscar por West Side Story, pensó acabar con los estereotipos en el cine, pero pasaron siete años para lograr un personaje distinto con Cantando bajo la lluvia y tuvo que demostrar su versatilidad.❖